Héctor Ponce, recientemente reelecto al frente del gremio de los trabajadores de la industria láctea, resaltó las virtudes de la cooperativa neozelandesa Fonterra, principal postulante para tomar el control de SanCor, y exigió a las autoridades locales que sean responsables en la negociación que se está llevando a cabo para definir el futuro de la empresa argentina.

El Sindicato Nº2 de la filial chilena de la transnacional Fonterra llegó a un acuerdo el domingo 10. El presidente del gremio, Luis González, lo calificó como muy bueno.

Entre el 1 y 3 de agosto se celebraron nuevas elecciones en la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina. Héctor Ponce fue confirmado en el cargo de secretario general del gremio y charló sobre este y otros temas con La Rel.

Héctor Luis Ponce saluda a los afiliados, afiliadas y a todos aquellos que participaron en las elecciones a nivel nacional y local de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) después de ser reelecto como secretario general del Consejo Directivo Nacional y secretario general de la Seccional Sunchales.

Luego de haber ingresado en la etapa de mediación obligatoria, solicitada por la empresa ante el Ministerio de Trabajo el pasado viernes, fecha límite para la negociación, el Sindicato de Trabajadores de Prolesur Los Lagos alcanzó un acuerdo con la compañía láctea filial de la neozelandesa Fonterra y no hubo necesidad de llegar a una huelga.

Desde hace 45 días, y hasta mañana viernes 4, el Sindicato de Trabajadores de Prolesur Los Lagos está negociando condiciones de trabajo en situación mediación obligatoria por solicitud de Prolesur SA (Fonterra). Si las conversaciones fracasaran, iría a la huelga.

Para poder generar servicios y servir a los demás, el gremio debe primero satisfacer las necesidades y demandas de sus afiliados, dice en su balance social 2016 la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra).

El salario del trabajador lácteo incide muy poco en el costo final del producto. De lo que se desprende, contra la opinión de algunos sectores interesados, que no hay perjuicio objetivo que puede derivarse de la mano de obra hacia los consu€midores.

Tres de las principales empresas lácteas de Chile, Nestlé, Soprole y Watts, fueron denunciadas en el parlamento chileno por actuar como bloque para reducir el precio pagado a los productores y aumentar lo cobrado a los consumidores.

Además de poseer una larga tradición antisindical, el Grupo Gloria, la empresa líder del sector lácteo peruano, puede ser nuevamente objeto de sanciones por vender productos de primera necesidad adulterados. Acaba de reincidir, y asociaciones de consumidores convocaron a boicotearla.