22
Agosto
2017
Con Héctor Ponce, tras su reelección en Atilra
La mística de la solidaridad colectiva
En Buenos Aires, Gerardo Iglesias
Héctor Ponce
Entre el 1 y 3 de agosto se celebraron nuevas elecciones en la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina. Héctor Ponce fue confirmado en el cargo de secretario general del gremio y charló sobre este y otros temas con La Rel.
-Nuevamente se dio un apoyo unánime a tu gestión.
-Sí. A pesar de la situación que atraviesa la industria lechera en nuestro país, que es también la que se vive a nivel internacional, los delegados sindicales de todas las seccionales volvieron a respaldar la gestión de la directiva.
Se podía pensar que debido a la crisis en la que estuvo inmersa SanCor, una de las grandes compañías lácteas de Argentina, la confianza y el respaldo de los trabajadores y trabajadoras se vería diezmado, pero sucedió todo lo contrario: 90 por ciento de los trabajadores lecheros del país nos apoyaron.
Esto nos llena de confianza para seguir transitando por el camino que venimos.
-La situación delicada del sector, tanto en lo global como en lo nacional, y el cambio de encuadre político de la región, ¿incrementan los desafíos del gremio?
-Sin dudas hay que redoblar esfuerzos y la relación con los trabajadores debe ser cercana, algo que Atilra ha priorizado siempre.
En nuestra organización tenemos un modo de votar a los dirigentes bastante particular comparado a otros sindicatos: se hace mediante voto directo y secreto de los trabajadores y trabajadoras del sector.
Esta modalidad hace que tengamos que trabajar fuerte todos los días para obtener la confianza y el respaldo de la gente y para que trabajadores y trabajadoras nos sientan como un compañero más.
-Cuando hay algún conflicto, por pequeña que sea la empresa, se moviliza toda la organización y cierta vez te pregunté cómo era eso posible. Respondiste: Atilra tiene mística…
-Cuando una organización sabe hacia dónde va y tiene un puerto de destino muy visible, eso es la mística.
Desde que asumimos la conducción de Atilra hemos tratado de generar conciencia de solidaridad colectiva, algo que hoy es muy difícil.
En esta época de tanto individualismo esta organización ha logrado que a cada trabajador y a cada trabajadora les duela el dolor propio y el de los demás, que creo deber ser el objetivo de todas las organizaciones sindicales. Desafortunadamente eso se ha ido perdiendo por la impronta y la dinámica de las sociedades.
Lo que hace Atilra es trabajar sobre estos ejes esenciales y primarios.
Los sindicatos son la herramienta que tienen el trabajador y la trabajadora para defender sus derechos, no tienen otra. Podrá haber dirigentes buenos o malos, pero la organización seguirá siendo la herramienta para defender los derechos laborales.
Los sindicatos son sus trabajadores y trabajadoras, no sus dirigentes.
-Atilra ha recibido el respaldo de muchas organizaciones hermanas y de muchos trabajadores y trabajadoras en momentos difíciles que le tocó atravesar este último tiempo.
-Eso nos hace sentir bien. No solamente a los que estamos en las dirigencias locales o nacionales sino también a todo el pueblo de Atilra.
Sabemos que se vienen tiempos difíciles pero los enfrentaremos con la convicción de que los obstáculos no son abismos sino escalones que nos permiten subir y trascender.
Siempre es bueno saberse contenido por aquellos que sienten como nosotros y están ahí en las buenas y en las malas. Eso aligera los problemas y nos da la fuerza para seguir adelante.
El resultado de estas elecciones es una prueba de ello.
-Sí. A pesar de la situación que atraviesa la industria lechera en nuestro país, que es también la que se vive a nivel internacional, los delegados sindicales de todas las seccionales volvieron a respaldar la gestión de la directiva.
Se podía pensar que debido a la crisis en la que estuvo inmersa SanCor, una de las grandes compañías lácteas de Argentina, la confianza y el respaldo de los trabajadores y trabajadoras se vería diezmado, pero sucedió todo lo contrario: 90 por ciento de los trabajadores lecheros del país nos apoyaron.
Esto nos llena de confianza para seguir transitando por el camino que venimos.
-La situación delicada del sector, tanto en lo global como en lo nacional, y el cambio de encuadre político de la región, ¿incrementan los desafíos del gremio?
-Sin dudas hay que redoblar esfuerzos y la relación con los trabajadores debe ser cercana, algo que Atilra ha priorizado siempre.
En nuestra organización tenemos un modo de votar a los dirigentes bastante particular comparado a otros sindicatos: se hace mediante voto directo y secreto de los trabajadores y trabajadoras del sector.
Esta modalidad hace que tengamos que trabajar fuerte todos los días para obtener la confianza y el respaldo de la gente y para que trabajadores y trabajadoras nos sientan como un compañero más.
-Cuando hay algún conflicto, por pequeña que sea la empresa, se moviliza toda la organización y cierta vez te pregunté cómo era eso posible. Respondiste: Atilra tiene mística…
-Cuando una organización sabe hacia dónde va y tiene un puerto de destino muy visible, eso es la mística.
Desde que asumimos la conducción de Atilra hemos tratado de generar conciencia de solidaridad colectiva, algo que hoy es muy difícil.
En esta época de tanto individualismo esta organización ha logrado que a cada trabajador y a cada trabajadora les duela el dolor propio y el de los demás, que creo deber ser el objetivo de todas las organizaciones sindicales. Desafortunadamente eso se ha ido perdiendo por la impronta y la dinámica de las sociedades.
Lo que hace Atilra es trabajar sobre estos ejes esenciales y primarios.
Los sindicatos son la herramienta que tienen el trabajador y la trabajadora para defender sus derechos, no tienen otra. Podrá haber dirigentes buenos o malos, pero la organización seguirá siendo la herramienta para defender los derechos laborales.
Los sindicatos son sus trabajadores y trabajadoras, no sus dirigentes.
-Atilra ha recibido el respaldo de muchas organizaciones hermanas y de muchos trabajadores y trabajadoras en momentos difíciles que le tocó atravesar este último tiempo.
-Eso nos hace sentir bien. No solamente a los que estamos en las dirigencias locales o nacionales sino también a todo el pueblo de Atilra.
Sabemos que se vienen tiempos difíciles pero los enfrentaremos con la convicción de que los obstáculos no son abismos sino escalones que nos permiten subir y trascender.
Siempre es bueno saberse contenido por aquellos que sienten como nosotros y están ahí en las buenas y en las malas. Eso aligera los problemas y nos da la fuerza para seguir adelante.
El resultado de estas elecciones es una prueba de ello.
Héctor Ponce y Gerardo Iglesias | Fotos: Nelson Godoy