Si los propietarios de Uber –Goldman Sachs, Google Ventures, Microsoft– se salen con la suya, podrían montar el mayor negocio de la historia. Se proponen cobrarl a los taxistas –propietarios y conductores– hasta el exorbitante 30 por ciento por cada carrera en todas las ciudades del mundo. Si solo en Bogotá se dan 1,5 millones de carreras al día –a dos dólares promedio– ¿tras cuánto van a escala global? Y con una inversión ridículamente pequeña frente a la magnitud de las ganancias.