22
Septiembre
2016
Homenaje de la Rel-UITA a Gladys Lanza
Una mujer que hizo historia
Rel-UITA
Fotos: Reflections
Hondureña, sindicalista, activista social y defensora de los derechos humanos, Gladys Lanza falleció este martes 20 en Tegucigalpa a los 74 años.
Quienes la conocieron y compartieron con ella momentos de su vida la recuerdan como una luchadora incansable por los derechos de trabajadoras y trabajadores y de las mujeres en general.
También fue fundamental su papel en la lucha contra todos los tipos de violencia de género.
Sus compañeras del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla aseguran que junto a otras hondureñas, como la líder indígena Berta Cáceres, asesinada en marzo pasado, Gladys Lanza forma parte del selecto grupo de mujeres que marcaron el camino hacia una sociedad sin exclusiones, desigualdades e injusticias.
En 2015, Gladys había sido condenada a 18 meses de cárcel por el supuesto delito de “injurias constitutivas de difamación”, incluyendo “inhabilitación especial e interdicción civil”, lo que de hecho la había privado de sus derechos.
Organizaciones internacionales denunciaron el caso de Lanza como claro ejemplo de criminalización para paralizar sus actuaciones en defensa de los derechos de las mujeres.
“La prisión deterioró su estado de salud”, afirman sus compañeras de labor.
Gladys llegó a su último día de vida convencida de que otro mundo es posible y necesario.
La Rel-UITA brinda este pequeño homenaje a una de esas grandes mujeres que con su vida, y aún después de ella, hacen historia.
También fue fundamental su papel en la lucha contra todos los tipos de violencia de género.
Sus compañeras del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla aseguran que junto a otras hondureñas, como la líder indígena Berta Cáceres, asesinada en marzo pasado, Gladys Lanza forma parte del selecto grupo de mujeres que marcaron el camino hacia una sociedad sin exclusiones, desigualdades e injusticias.
En 2015, Gladys había sido condenada a 18 meses de cárcel por el supuesto delito de “injurias constitutivas de difamación”, incluyendo “inhabilitación especial e interdicción civil”, lo que de hecho la había privado de sus derechos.
Organizaciones internacionales denunciaron el caso de Lanza como claro ejemplo de criminalización para paralizar sus actuaciones en defensa de los derechos de las mujeres.
“La prisión deterioró su estado de salud”, afirman sus compañeras de labor.
Gladys llegó a su último día de vida convencida de que otro mundo es posible y necesario.
La Rel-UITA brinda este pequeño homenaje a una de esas grandes mujeres que con su vida, y aún después de ella, hacen historia.