26
Julio
2017
Venezuela | Sociedad | DDHH

Resolución sobre Venezuela

Rel-UITA
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Por una solución pacífica y pacificadora

En Venezuela no hay una dictadura, tampoco existe un gobierno democrático y mucho menos se vive un proceso revolucionario hacia el socialismo, como aseguran el gobierno, buena parte de las izquierdas y algunos intelectuales.

El pueblo venezolano se encuentra políticamente polarizado desde hace años. La muerte de Hugo Chávez no sólo le ha quitado sustento al proyecto político de un “socialismo del siglo XXI”, sino que también ha dejado a la deriva a un gobierno que tras el mascarón de proa de Nicolás Maduro se apoya en los militares, el gran capital y un estamento burocrático y corrupto seudochavista que maneja gran parte del aparato del Estado.

La oposición, dividida, mantiene a pesar de todo un movimiento de protesta callejero que ya lleva casi cien días corridos y su represión por las fuerzas policiales y parapoliciales ha causado un centenar de muertes.

La institucionalidad democrática ha sido vaciada de contenido y expulsada a una zona de ilegitimidad por parte del gobierno y la propuesta de una nueva Constitución “a medida del chavismo” va claramente en esa dirección.

Mientras en el país late una potencial guerra civil, las acciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) aviva un fuego que crece día a día.

Por eso, se resuelve:

a) Expresar nuestra mayor solidaridad con los trabajadores y las trabajadoras y sus familias, víctimas del mal gobierno y de
    estos enfrentamientos.

b) Reafirmar nuestro compromiso de colaborar en la defensa de las libertades y derechos del pueblo venezolano, así como de
    su soberanía política.

c) Llamar a todos los sectores en conflicto a generar las condiciones para que se llegue rápidamente a un acuerdo pacífico y
    pacificador, que permita que el pueblo venezolano exprese sus preferencias políticas en elecciones libres.

d) Enunciar nuestro más profundo y total rechazo y condena a cualquier intento del gobierno de ampararse en la fuerza de las
    armas.

e) Mantener el estado de alerta y seguir de cerca los acontecimientos en este hermano país.
 
Brasilia, 11 de julio de 2017