18
Noviembre
2016
El Parlamento catalán toma medidas contra la precariedad de las camareras de piso
Crónica Global
Foto: Hotelsur.com
La Cámara autonómica ha aprobado una propuesta de resolución del PSC que recoge las reivindicaciones de entidades y sindicatos
El Parlamento de Cataluña ha aprobado hoy una Propuesta de Resolución presentada por el PSC para mejorar las condiciones laborales de las camareras de piso, dedicadas a la limpieza de habitaciones y otros espacios.
El portavoz de Empleo del Grupo Socialista, Pol Gibert, ha celebrado la aprobación de la propuesta, una reivindicación que comparten socialistas, entidades y sindicatos. La iniciativa insta al Gobierno, entre otras medidas, a vigilar que la carga de trabajo para las camareras de piso sea adecuada, de forma que no suponga un daño para su salud.
La resolución también encarga al Instituto de Seguridad y Salud Laboral (ISSL) un estudio técnico para analizar las condiciones de ergonomía y los sobreesfuerzos de trabajo de las camareras de piso.
Según Gibert, "con este estudio se dispondrá de un instrumento válido para evaluar de forma más eficaz los efectos de las cargas de trabajo para las camareras de piso, a fin de que puedan realizar su trabajo con dignidad y sin poner en riesgo su salud.
Y que a la vez incremente el número de técnicos de salud laboral y los especialistas en ergonomía, así como desarrollando acciones específicas en materia de prevenir el sobreesfuerzo".
La iniciativa aprobada contempla un acuerdo entre la patronal y los sindicatos para llegar a un pacto urgente que limite las unidades máximas de carga de trabajo para las camareras de piso, a fin de garantizar las condiciones necesarias para alcanzar unos niveles de seguridad y salud laboral adecuados.
El diputado socialista ha explicado que "la situación de las camareras de piso es un claro ejemplo de la precariedad que ha generado la reforma laboral, y cómo miles de trabajadores sufren en carne propia la devaluación de las condiciones de trabajo.
Las condiciones de la contratación se han visto deterioradas, tienen más parcialidad y temporalidad, y las subcontrataciones han generado diferente salario a igual trabajo.
La presión y las cargas de trabajo a las que están sometidas ponen en riesgo su salud, y muchas veces las enfermedades que se derivan no son reconocidas como de origen profesional”.
El portavoz de Empleo del Grupo Socialista, Pol Gibert, ha celebrado la aprobación de la propuesta, una reivindicación que comparten socialistas, entidades y sindicatos. La iniciativa insta al Gobierno, entre otras medidas, a vigilar que la carga de trabajo para las camareras de piso sea adecuada, de forma que no suponga un daño para su salud.
La resolución también encarga al Instituto de Seguridad y Salud Laboral (ISSL) un estudio técnico para analizar las condiciones de ergonomía y los sobreesfuerzos de trabajo de las camareras de piso.
Según Gibert, "con este estudio se dispondrá de un instrumento válido para evaluar de forma más eficaz los efectos de las cargas de trabajo para las camareras de piso, a fin de que puedan realizar su trabajo con dignidad y sin poner en riesgo su salud.
Y que a la vez incremente el número de técnicos de salud laboral y los especialistas en ergonomía, así como desarrollando acciones específicas en materia de prevenir el sobreesfuerzo".
La iniciativa aprobada contempla un acuerdo entre la patronal y los sindicatos para llegar a un pacto urgente que limite las unidades máximas de carga de trabajo para las camareras de piso, a fin de garantizar las condiciones necesarias para alcanzar unos niveles de seguridad y salud laboral adecuados.
El diputado socialista ha explicado que "la situación de las camareras de piso es un claro ejemplo de la precariedad que ha generado la reforma laboral, y cómo miles de trabajadores sufren en carne propia la devaluación de las condiciones de trabajo.
Las condiciones de la contratación se han visto deterioradas, tienen más parcialidad y temporalidad, y las subcontrataciones han generado diferente salario a igual trabajo.
La presión y las cargas de trabajo a las que están sometidas ponen en riesgo su salud, y muchas veces las enfermedades que se derivan no son reconocidas como de origen profesional”.