22
Mayo
2017
Brasil | Sociedad | COYUNTURA

Brasil en su laberinto

Donde se mete el dedo, salta el pus

En Montevideo, Amalia Antúnez
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Foto: cultura.gov.br

Para el líder del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Porto Alegre y asesor de la Rel-UITA, la situación de su país ha alcanzado los límites de lo inimaginable. En diálogo con La Rel, Krischke, agudo intérprete de la realidad brasileña, dejó más interrogantes abiertas que respuestas.
-¿Qué puedes decirnos de este nuevo escándalo político que compromete aún más la institucionalidad de Brasil?
-La situación es más que lamentable. Los audios que circulan y que son los que el Multimedio Globo usó para dar la noticia, hablan de varios crímenes que el dueño de JBS relata al presidente Michel Temer sin que este, por la investidura de su cargo, lo mande preso.

Por otro lado las grabaciones no pasaron por pericia técnica, lo que puede leerse como una falla imperdonable o ¿sería algo intencional?

No debemos olvidar que Temer es profesor de Derecho Constitucional, y que por lo tanto sabe perfectamente cómo actuar en una situación así. Esto es muy grave.

Todos los principales partidos políticos de Brasil han perdido completamente su credibilidad, y así las cosas ¿cómo gobernar un país en estas condiciones?

-¿Hay alguna salida?
-Estoy intentando leer entrelíneas este movimiento, leer lo que no está escrito, y no lo estoy logrando. ¿Por qué la Red Globo, que fue una de las principales promotoras del impeachment de Dilma Rousseff, sale con esto ahora? Hasta los principales líderes del PT se muestran anonadados con este giro del grupo Globo.

Llama poderosamente la atención que el Supremo Tribunal Federal, en el acuerdo con los hermanos Batista no los haya encarcelado como en anteriores casos de “delación premiada”: Oderbrecht; OAS; Andrade Gutiérrez, etc.

Frente a estas circunstancias creo que la única salida es la Constitución, que dice que en estos casos el Congreso dispone de 30 días para elegir un presidente y un vicepresidente para que culmine el mandato actual. ¿Pero a quién?

-¿Qué pasa con el clamor de elecciones directas?
-Constitucionalmente eso no es viable, pero como están las cosas tendremos que encontrar una forma para que Brasil pueda gobernarse.

En medio de este cambalache -que es más de lo mismo- presto mucha atención a lo que se dice.
Días después de la circulación de los audios el ministro de Hacienda del gobierno de Temer, que fue presidente del Banco Central en los dos gobiernos de Lula da Silva, Enrique Meirelles, declaró que sea quien sea el próximo presidente, el equipo económico no cambiará.

¿Cómo es eso? ¿Qué tipo de respaldo- y de quién- tiene  Meirelles para que salga tan seguro a decir eso?

Por otra parte, Meirelles era uno de los hombres fuertes del Grupo JBS y fue presidente mundial del Banco de Boston. Es un tipo con gran capacidad y experiencia internacional y que durante su gestión obtuvo grandes logros.

Al ser convocado por Temer venía mejorando paulatinamente la caótica situación de la economía de Brasil.

El día anterior al escándalo, Meirelles había anunciado un mínimo crecimiento económico, de 0,03 por ciento, pero que frente a las recientes cifras negativas, era un dato esperanzador en ese sentido.
Y al otro día explotó todo. Estamos muy mal, definitivamente.

Algo huele mal en Dinamarca
Y de lejos se siente el olor
-¿Qué pasa con los oportunistas o con los salvadores de la patria en este caso?
-Creo antes que nada que no hay nada gratis bajo el sol. La Red Globo no haría esta maniobra gratuitamente. Pero no sé por dónde viene la cosa, desconozco sus intereses.

Primero hizo volar al PT, a Lula, a Dilma y ahora a Temer. ¿Cuáles son los verdaderos intereses detrás de este movimiento mediático? No sé. Supongo que dentro de un año o de diez lo sabremos.

¿Por qué quienes colocaron a Temer en el gobierno ahora pretenden sacarlo?

Por otro lado, los militares están demasiado quietos y lo que nos hace falta en este momento, un estadista que nos sacara de este terrible embrollo, no existe.  

Algo huele mal en Dinamarca, pero con certeza todavía no sabemos qué es.