21
Junio
2016
Uruguay | Sindicatos | TABACO

Una injusticia que no se justifica

En Montevideo, Gerardo Iglesias
20160621 Mariela Vernassa 714

Fotos: Gerardo Iglesias

Vernassa es abogada laboral. Hace 15 años que trabaja asesorando a varias organizaciones sindicales y desde hace 2 años al Sindicato Autónomo Tabacalero (SAT), nuestra primera afiliada en Uruguay y fundador de la Regional Latinoamericana.
Desde su vasta experiencia en el ámbito sindical, Vernassa dice que nunca se pudo imaginar pasar por la situación que está atravesando el SAT con relación a su plan de salud.

“Siempre se respetaron los convenios colectivos y si en algún momento se daba una violación era por parte de las empresas pero nunca del gobierno”, señala.

“La intervención del Estado en este convenio, viola la libertad sindical. Se viola el Convenio número 98 de la OIT, sobre la protección de la libertad sindical –continúa Vernassa- y por otro lado en lo que refiere a los derechos subjetivos de los trabajadores, se viola un principio cardinal para el derecho laboral que es el de la norma más favorable y la intangibilidad del salario”, explicó la abogada.

“El convenio de los tabacaleros es único en el país, no existe otro sindicato que tenga incluido en su acuerdo con la empresa un servicio integral de salud gratuito, en el mejor sanatorio del país.

Los trabajadores no pagan ticket de ningún tipo, tienen derecho a medicamentos del vademécum gratuitos, cuentan con cinco médicos de cabecera las 24 horas, servicio odontológico y oftalmológico gratuitos”, resalta.

Vernassa destaca también que estos beneficios que reciben los trabajadores tabacaleros no le implican ningún gasto al Estado uruguayo, todo corre por cuenta de la empresa.

“La compañía, también por convenio colectivo, paga el 100 por ciento del salario del trabajador que esté con licencia médica, y realiza los aportes correspondientes a la previsión social como si estuviera en actividad”, agregó.

Este convenio se extiende a los trabajadores pasivos, quienes gozan de todos los beneficios de ese plan.

El plan de salud de los trabajadores del tabaco forma parte de una partida salarial y en este punto se basan para conservar su convenio, teniendo en cuenta que si les cambian de plan de salud, eso significará una rebaja salarial y por ende una violación del convenio colectivo de condiciones de trabajo.

A partir del cambio al Sistema Integrado de Salud, los aportes les serán descontados de sus salarios y los trabajadores tendrán que abonar todos los tickets que el nuevo servicio les requiera, algo que sin dudas afectará el nivel de sus ingresos”, destacó.

Pierden los trabajadores y el Estado
Ganan las empresas
En criollo y resumido, pierden los trabajadores y dejan recursos para la empresa que deberá pagar mucho menos por el servicio de salud de sus empleados, pierde la previsión social (BPS) porque con el cambio de plan, tendrá que pagar cuando los trabajadores enfermen y vuelve a perder el trabajador porque en vez del 100 por ciento del salario cobrarán el porcentaje que paga el BPS en estos casos (70 por ciento).

Los pasos que siguieron para mantener el convenio siempre fue la negociación.

La dirección del Sindicato negoció con los gobiernos anteriores de esa forma se mantuvo el convenio por ser ampliamente favorable para los trabajadores.

“Con este gobierno la primera actitud fue la misma, pero lamentablemente y a pesar de haber golpeado todas las puertas de muchas autoridades y que muchos nos dijeran que estamos en lo cierto, ninguno nos dio una respuesta favorable para el mantenimiento del convenio y por decreto desde el 1 de mayo de este año los trabajadores son obligados a ingresar al Fonasa (Fondo Nacional de Salud)”.

A partir de entonces la asesoría jurídica comenzó los pasos correspondientes: un recurso de amparo para tratar de frenar el ingreso de los trabajadores al Fonasa con el objetivo de que minimizar perjuicios, mientras se tramitaba la vía de los recursos administrativos en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA), porque lo que está en juicio es el decreto del Poder Ejecutivo, no la ley del Fonasa.

“Ese recurso de amparo fue denegado–aclaró– por lo que dimos continuidad al proceso basados en el Convenio Internacional 98 y en el derecho subjetivo individual de los trabajadores y en esa instancia estamos”.

Consultada sobre la situación actual de los trabajadores que están en tratamiento médico o internados, Vernassa dijo que se le planteó al gobierno el tema y la respuesta fue que los ubicaran donde quisieran o pudieran.

Un sindicato histórico
Un convenio histórico
El Sindicato Autónomo Tabacalero cuenta, en su historia reciente, con grandes acciones y conquistas importantes. Fue uno de los pocos sindicatos que pudo mantenerse abierto en la época de la dictadura porque en él funciona una biblioteca.

De sus instalaciones en la calle Batoví, a pocos metros del Palacio Legislativo, salió la cúpula del Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT) para el histórico acto del 1º de mayo de 1983, que concentró cerca de 150.000 uruguayos contra el gobierno de facto y que fue la antesala del fin de una larga y sangrienta dictadura cívico-militar.

Que los otrora compañeros de lucha, muchos hoy en el gobierno, actúen de esta forma y arremetan contra los derechos conquistados por este colectivo, duele, no apenas por lo obvio, duele además por la injusticia de ver que se ataca un logro que se hizo peldaño a peldaño porque este no es un convenio reciente, este convenio tiene 50 años.

Duele como duelen todas las injusticias que durante siglos enfrenta la clase trabajadora, pero duele todavía más saber de dónde viene esta injusticia.