04
Marzo
2016
Campaña mundial de la UITA por la dignificación de las camareras de piso
Con Gladys Medina
Con Gladys Medina
Perdiendo el miedo
En Montevideo, Amalia Antúnez
Gladys Medina y Ernest Cañada
Foto: Gladys Medina (archivo personal)
Hace 14 años partió de su Montevideo natal en busca de mejores condiciones laborales y de vida, hace 12 que trabaja como camarera de piso en Tenerife y siete que es delegada sindical de Comisiones Obreras (CCOO).
Actualmente, Gladys Medina alterna su labor como camarera de una importante cadena hotelera transnacional, con la actividad sindical que la llevó a ser una de las participantes de la presentación del libro “Las que limpian los hoteles” en Tenerife y Gran Canaria. La Rel la contactó para conocer un poco más sobre los desafíos que implica ser una camarera de piso migrante.
“Llegué a Tenerife en busca de una vida mejor, en Uruguay trabajaba en condiciones penosas, sin seguridad social ni cobertura de salud, me fui en busca de una promesa de mejorar y me encontré con una realidad bien diferente”, relata Gladys con un acento peninsular que se le fue pegando, aunque no del todo.
A pesar de que en Uruguay no estaba vinculada a la vida sindical, Gladys entiende que la organización de los trabajadores es fundamental para mejorar las condiciones en cualquier actividad en que se desempeñen.
“Llegué a Tenerife en busca de una vida mejor, en Uruguay trabajaba en condiciones penosas, sin seguridad social ni cobertura de salud, me fui en busca de una promesa de mejorar y me encontré con una realidad bien diferente”, relata Gladys con un acento peninsular que se le fue pegando, aunque no del todo.
A pesar de que en Uruguay no estaba vinculada a la vida sindical, Gladys entiende que la organización de los trabajadores es fundamental para mejorar las condiciones en cualquier actividad en que se desempeñen.
Sorpresa ingrata en España
“Hay una apatía general entre los trabajadores”
“Lo que más me sorprendió acá -dice- fue la pasividad de los trabajadores ante las imposiciones patronales, una apatía general que les impide mejorar las condiciones laborales y defender sus derechos”, cuenta casi incrédula.
“En un principio pensé que las condiciones laborales precarias eran por mi condición de migrante ilegal, pero una vez que obtuve la residencia me di cuenta que se extendía a todos los trabajadores”, añadió.
Después de la crisis de 2008 fue aún peor.
“Los empresarios se escudaron en ella para reducir plantillas, recargando de trabajo a quienes se quedaban y que en la mayoría de los casos aceptaban sin chistar lo que les imponían por miedo a perder el empleo, en un contexto que presentaba miles y miles de parados”, recuerda Gladys.
Según la trabajadora, en Tenerife y Gran Canarias, en el sector turismo la crisis nunca existió.
“Las islas se llenan todo el año, todos los años. Aquí no se ha visto crisis, lo que sí se ha visto es a los empresarios aprovecharse de eso para explotar más a los trabajadores”, señala.
El Sindicato ha logrado mantener las condiciones laborales a pesar de los embates empresariales, entre otras cosas porque el Convenio de Hostelería de Canarias no permite la tercerización de servicios, un problema creciente en el sector en otras regiones de España.
“En un principio pensé que las condiciones laborales precarias eran por mi condición de migrante ilegal, pero una vez que obtuve la residencia me di cuenta que se extendía a todos los trabajadores”, añadió.
Después de la crisis de 2008 fue aún peor.
“Los empresarios se escudaron en ella para reducir plantillas, recargando de trabajo a quienes se quedaban y que en la mayoría de los casos aceptaban sin chistar lo que les imponían por miedo a perder el empleo, en un contexto que presentaba miles y miles de parados”, recuerda Gladys.
Según la trabajadora, en Tenerife y Gran Canarias, en el sector turismo la crisis nunca existió.
“Las islas se llenan todo el año, todos los años. Aquí no se ha visto crisis, lo que sí se ha visto es a los empresarios aprovecharse de eso para explotar más a los trabajadores”, señala.
El Sindicato ha logrado mantener las condiciones laborales a pesar de los embates empresariales, entre otras cosas porque el Convenio de Hostelería de Canarias no permite la tercerización de servicios, un problema creciente en el sector en otras regiones de España.
“Las que limpian los hoteles”
Un libro que agitó el avispero
Por su activismo sindical, CCOO sugirió su nombre para que acompañara a Ernest Cañada, autor del libro Las que limpian los hoteles. Historias ocultas de precariedad laboral, en su presentación en Tenerife y Gran Canaria el pasado 10 de febrero.
Sobre el libro, Gladys dice que constituye una herramienta muy importante en la lucha de las camareras por mejorar sus condiciones laborales y en dar visibilidad a una problemática que se oculta detrás de establecimientos de cuatro o cinco estrellas.
“Había una necesidad tan grande de que se hablara de esto, y el libro ya va por su segunda edición”, exclamó. “Las camareras de piso hemos sido un colectivo largamente olvidado y muchas veces, desdeñado. Nos han dicho: ‘¡ustedes eligieron trabajar de esto, no se quejen!’. Sí es cierto, elegimos trabajar como camareras pero no ser explotadas”.
Para la dirigente, el trabajo de Ernest Cañada y de las organizaciones que lo apoyan, entre ellas la Rel-UITA, ha sido fundamental en el proceso de dignificar la labor de las camareras de piso en España.
“El libro -dice- conmueve por el sentimiento con que supo Ernest transmitir la realidad de miles de camareras, por su ahínco a la hora de contactarnos para darnos voz en medio de tanto silencio.
No hay palabra para agradecerle”.
Sobre el libro, Gladys dice que constituye una herramienta muy importante en la lucha de las camareras por mejorar sus condiciones laborales y en dar visibilidad a una problemática que se oculta detrás de establecimientos de cuatro o cinco estrellas.
“Había una necesidad tan grande de que se hablara de esto, y el libro ya va por su segunda edición”, exclamó. “Las camareras de piso hemos sido un colectivo largamente olvidado y muchas veces, desdeñado. Nos han dicho: ‘¡ustedes eligieron trabajar de esto, no se quejen!’. Sí es cierto, elegimos trabajar como camareras pero no ser explotadas”.
Para la dirigente, el trabajo de Ernest Cañada y de las organizaciones que lo apoyan, entre ellas la Rel-UITA, ha sido fundamental en el proceso de dignificar la labor de las camareras de piso en España.
“El libro -dice- conmueve por el sentimiento con que supo Ernest transmitir la realidad de miles de camareras, por su ahínco a la hora de contactarnos para darnos voz en medio de tanto silencio.
No hay palabra para agradecerle”.