“Parece que Brasil despertó”

-¿Cómo evalúas la huelga general del pasado viernes?
-Estoy seguro que fue una demostración de la insatisfacción del pueblo brasileño con el actual gobierno. No hay registro, al menos en los últimos 50 años, de una paralización general en el país y el 28 Brasil paró de norte a sur.

Recibimos varias críticas por no haber organizado la huelga un domingo o feriado, para que pudieran participar más trabajadores, pero el principal motivo de una huelga es justamente paralizar actividades que se llevan a cabo en días hábiles.

Todas las centrales realizaron manifestaciones, fue impresionante. Comenzamos a las 3 de la mañana en algunos casos y luego en la tarde hicimos un acto conjunto frente a las dependencias de la Previsión Social en Sao Paulo y esas manifestaciones se replicaron en todo el país.

Me parece que esta vez Brasil despertó.

Es una atrocidad lo que pretenden hacer con la CLT*, bajo la excusa de que está desactualizada, quieren destruir las conquistas legalmente logradas por el movimiento obrero y consolidadas en ella.

El gobierno parece que tiene una bomba reloj, de un año y medio, que a medida que se les acaba el tiempo de su administración, intensifica los ataques para desmantelar todo lo que puedan.

Tienen prisa, y todos aquellos organismos que deberían teóricamente defender a los trabajadores y trabajadoras, como el Ministerio de Trabajo o el Tribunal Superior del Trabajo (TST), son los principales relatores de las enmiendas que buscan eliminar los derechos laborales.

Para empeorar las cosas, con las reformas que proponen están barriendo de un plumazo la estructura sindical.

De ser aprobadas, ya no se necesitará a los sindicatos para la negociación colectiva, ni para monitorear la jornada laboral o las licencias.

-¿Los trabajadores son conscientes de esta situación?
-Parece que no se han dado cuenta totalmente de lo que perderán si son aprobadas estas reformas. Si se destruye la estructura sindical, los trabajadores quedarán huérfanos.

-¿Y el resto de la sociedad?
-No le ha caído la ficha en lo que refiere a derechos y al desmantelamiento de los sindicatos, pero hay mayor sensibilidad en relación al tema de la previsión social, sobre todo porque es inviable que la gente pueda jubilarse si no trabaja cerca de 49 años.

Afortunadamente, con la huelga general logramos encender una llama que alcanzó también a los 14 millones de desempleados y surgió la propuesta de realizar una otra movilización que los abarque.

Por otra parte, los grandes deudores de la Previsión Social son las grandes empresas, los mega frigoríficos –JBS, BRF–, los bancos. Si pagaran lo que deben se resolverían los problemas del déficit previsional.

-Se habla del peor parlamento de la historia de Brasil…
-El peor, sin dudas. La herencia maldita del PT, fue que Michel Temer asumiera la presidencia, porque están haciendo de todo para no dejar pasar nada que sea de interés de los trabajadores y las trabajadoras.

-¿Cuál es el camino?
-Sin dudas hay que profundizar la lucha y continuar trabajando pero también tendremos que crear algún otro mecanismo para que lo que se explique a los trabajadores y trabajadoras y a la población en general, sea entendido de manera cabal.

Afortunadamente el senador Paulo Paim logró que se formara una comisión parlamentaria para investigar el tema de la Previsión Social y eso nos da algún margen de esperanzas, pero realmente no sabemos qué es lo que va a pasar de aquí en más porque en el gobierno seguro no podemos confiar.