05
Septiembre
2016
Comité Mundial de la Mujer de la UITA
Intervención de Patricia Alonso
Intervención de Patricia Alonso
“Necesitamos un cambio de actitud”
En Ginebra, Gerardo Iglesias
Este 5 de septiembre se está desarrollando en Ginebra, Suiza, la reunión del Comité Mundial de la Mujer UITA. Entre los temas en debate se analiza la violencia en función de género, con el objetivo de incluirlo en el orden del día de la OIT para la redacción de una normativa internacional. Patricia Alonso, presidenta del Comité Latinoamericano de la Mujer de la UITA (Clamu), realizó una encendida intervención sobre la situación actual de las mujeres e hizo un llamado a la unidad y a la solidaridad de género. La Rel transcribe a continuación lo medular de sus declaraciones.
Notamos con preocupación el avance de la violencia, aunque creo que lo que se está dando en realidad es una mayor visibilización de la violencia que ya existía.
En este caso estamos hablando de violencia de género, porque no se trata solo de violencia hacia las mujeres sino que también afecta a otras minorías igualmente vulnerables.
Y esta violencia de la que hablamos tiene que ver con la falta de representación que tenemos las mujeres en las organizaciones sindicales y en los ámbitos de decisión.
Todas conocemos las situaciones de violencia que vivimos diariamente por el hecho de ser mujeres, migrantes, lesbianas, bisexuales, domésticas, etcétera., esto lo sabemos todos.
Hasta podemos enumerar los tipos de violencia: sexual, económica, patrimonial, mediática, obstétrica.
Pero si no accedemos a espacios para generar herramientas para el cambio de esta realidad a través de políticas públicas específicas, corremos el riesgo de quedarnos en el diagnóstico de los tipos de violencia y no llegar a una solución, que personalmente creo solo se logrará con un cambio estructural del pensamiento machista del cual nosotras también formamos parte.
En este caso estamos hablando de violencia de género, porque no se trata solo de violencia hacia las mujeres sino que también afecta a otras minorías igualmente vulnerables.
Y esta violencia de la que hablamos tiene que ver con la falta de representación que tenemos las mujeres en las organizaciones sindicales y en los ámbitos de decisión.
Todas conocemos las situaciones de violencia que vivimos diariamente por el hecho de ser mujeres, migrantes, lesbianas, bisexuales, domésticas, etcétera., esto lo sabemos todos.
Hasta podemos enumerar los tipos de violencia: sexual, económica, patrimonial, mediática, obstétrica.
Pero si no accedemos a espacios para generar herramientas para el cambio de esta realidad a través de políticas públicas específicas, corremos el riesgo de quedarnos en el diagnóstico de los tipos de violencia y no llegar a una solución, que personalmente creo solo se logrará con un cambio estructural del pensamiento machista del cual nosotras también formamos parte.
Desde abajo
Ni una menos
Es necesario incluir este tema en la currícula escolar desde la primera etapa para tratar de cambiar una estructura de pensamiento que tiene siglos en el mundo.
Sabemos también que hay algunos países que han dado pasos en este sentido y que si bien son valiosos, aún no son suficientes. Necesitamos que dejen de ser casos aislados.
En Argentina promovimos una marcha llamada Ni Una Menos, para denunciar ese aumento e impunidad de la violencia de género.
La marcha ha sido replicada en varios países de la región pero la gestamos los sindicatos, las organizaciones sociales vinculadas a los derechos de las mujeres, los periodistas y artistas nacionales, no el Estado, ni los gobiernos.
Necesitamos un cambio de actitud, no solo por parte de las estructuras estáticas que hoy manejan los hombres, sino un cambio de actitud propio.
Las mujeres tenemos que hacer una profunda reflexión, para poder incidir realmente.
Sabemos también que hay algunos países que han dado pasos en este sentido y que si bien son valiosos, aún no son suficientes. Necesitamos que dejen de ser casos aislados.
En Argentina promovimos una marcha llamada Ni Una Menos, para denunciar ese aumento e impunidad de la violencia de género.
La marcha ha sido replicada en varios países de la región pero la gestamos los sindicatos, las organizaciones sociales vinculadas a los derechos de las mujeres, los periodistas y artistas nacionales, no el Estado, ni los gobiernos.
Necesitamos un cambio de actitud, no solo por parte de las estructuras estáticas que hoy manejan los hombres, sino un cambio de actitud propio.
Las mujeres tenemos que hacer una profunda reflexión, para poder incidir realmente.
Distintas formas de violencia
La discriminación desde el ámbito sindical
Por supuesto que antes la violencia formaba parte del ámbito privado y las mujeres eran violentadas en sus hogares, en sus trabajos.
Hoy en día se ha tornado más explícita y eso no es apenas porque hay más medios de difusión sino por la impunidad que tienen los diferentes tipos de violencia de género.
Por ejemplo, la violencia en el trabajo no está únicamente vinculada al acoso sexual. La brecha salarial entre hombres y mujeres también es un acto de violencia, es más, es una vulneración a los derechos humanos.
Si yo cumplo las mismas funciones y tengo la misma formación académica que mi compañero varón, ¿por qué él gana más que yo?
Y mi salario es menor porque en la negociación colectiva no hay mujeres que me representen y porque en el convenio de trabajo no hay mujeres que participen.
Por supuesto que una norma internacional promovida por la OIT nos dará un marco legal para trabajar en aquellos países donde la aplicación de políticas de género es más resistida, pero no será suficiente si no hay un cambio estructural.
Por eso las invito a trabajar juntas, con conciencia y sobre todo a sentirse felices de ser representadas por otra mujer.
Hoy en día se ha tornado más explícita y eso no es apenas porque hay más medios de difusión sino por la impunidad que tienen los diferentes tipos de violencia de género.
Por ejemplo, la violencia en el trabajo no está únicamente vinculada al acoso sexual. La brecha salarial entre hombres y mujeres también es un acto de violencia, es más, es una vulneración a los derechos humanos.
Si yo cumplo las mismas funciones y tengo la misma formación académica que mi compañero varón, ¿por qué él gana más que yo?
Y mi salario es menor porque en la negociación colectiva no hay mujeres que me representen y porque en el convenio de trabajo no hay mujeres que participen.
Por supuesto que una norma internacional promovida por la OIT nos dará un marco legal para trabajar en aquellos países donde la aplicación de políticas de género es más resistida, pero no será suficiente si no hay un cambio estructural.
Por eso las invito a trabajar juntas, con conciencia y sobre todo a sentirse felices de ser representadas por otra mujer.
Fotos: Gerardo Iglesias