27
Mayo
2016
Con Analía Sesta
“La actividad tabacalera es fundamental para el país”
En Buenos Aires, Gerardo Iglesias
Analía Sesta
Los pasados 9 y 10 de mayo, la Coordinadora de Trabajadores del Tabaco del Mercosur (Cottam) realizó una reunión extraordinaria en Buenos Aires. En esa oportunidad transitamos con Analía Sesta las diferentes realidades del sector en Argentina y los desafíos de la Obra Social de la Federación.
-¿Cuánto hace que trabajas en la Federación?
-Estoy hace 25 años, empecé a trabajar con Juan (Martini) a los 18 años. Ahora trabajo como contadora del Sindicato de Capital y responsable de cursos de capacitación en salud preventiva.
-Cuéntanos de esos cursos…
-Tenemos muy claro que desde la obra social teníamos que acercar los servicios a la gente, sobre todo en el interior del país, donde si bien teníamos todos los centros contratados, la gente no concurría a hacer la prevención y en un primer momento, por una exigencia del Ministerio de Salud Pública de la Nación y luego por genuino convencimiento, comenzamos con los cursos de capacitación, prevención y promoción en salud.
Empezamos por llevar móviles a las plantas para realizar los análisis básicos de salud y con este proyecto nos fuimos topando con diferentes realidades.
Fábricas donde nos abrieron las puertas y permitieron a todos los trabajadores hacerse los estudios; otras donde les daba lo mismo si el trabajador o la trabajadora se acercaba a hacerse el chequeo y hubo aquellas en las que generamos un verdadero problema.
En la provincia de Misiones fue uno de los lugares donde más se nos dificultó el trabajo de prevención, primero porque no existe la cultura de ir al médico a hacerse un control y segundo que tampoco hubo un respaldo por parte de la empresa en esa provincia, no se tuvo en cuenta el esfuerzo que hizo el Sindicato en acercar la obra social a los afiliados.
Nos pusieron todo tipo de trabas para no dejar que los trabajadores se acercaran al móvil. Estamos hablando de 15 minutos para hacerse los exámenes. Les daban a elegir entre comer o hacerse el chequeo, algo realmente increíble.
Nosotros insistimos todos los años y todos los años tenemos las mismas dificultades, a pesar que esto es una determinación del Ministerio.
-Pienso: ¿qué sería de este país sin las obras sociales de los sindicatos?
-No lo sé, sinceramente porque en Argentina somos las organizaciones sindicales las que tenemos esa red de contención que son las obras sociales, que le garantizan a los trabajadores y trabajadoras el derecho a la salud, sobre todo en los períodos de crisis.
Cuando los hospitales se desbordan; cuando no hay recursos debido al mal manejo de los servicios médico privados (medicina prepaga), son las obras sociales de los sindicatos las que contienen a los trabajadores.
Se han dado casos de trabajadores que se pasan de una obra social a la medicina prepaga y se encuentran con que no pueden pagar determinados costos de algunos servicios que ofrecen esas prestadoras de salud.
En ese momento el trabajador se acerca nuevamente a la obra social y es siempre allí donde encuentra el respaldo, basado en el principio de solidaridad que tiene la obra social sindical.
En estas obras no le preguntamos al trabajador cuántos hijos tiene, cuál es su estado de salud ni le vamos a cobrar más o menos según el servicio que requiera, se le cobra una cuota única algo que no se da en la actividad privada cuyo principio primario no es la solidaridad sino más bien el lucro, obtener ganancias.
-Sin embargo toda esta labor solidaria y fundamental para la salud no tiene buena prensa.
-No. Y no la tiene porque compite con los grandes grupos que se manejan en el sector de las empresas de medicina prepagas, que han copado de avisos publicitarios, vendiendo una imagen muy alejada de la realidad del país: una familia linda, sana, con hijos rubios, nada más opuesto a lo que es nuestra sociedad sobre todo en el interior profundo.
-Noto un sentido de pertenencia muy fuerte de tu parte con el Sindicato y la Federación…
-Así es, porque me siento muy a gusto con el trabajo que hago. Juan (Martini) me permitió conocer mucho el interior, Salta, Jujuy, Corrientes y realmente es otro país.
Cuando uno tiene la oportunidad de ver la realidad de otras personas, tan disímiles como dispares, eso te abre la cabeza y es muy valioso.
-No a todos les pasa eso…
-Seguramente porque todos somos diferentes, pero a mí me pasa que cada vez que regresé de esos lugares quise trabajar para transformar ciertas realidades, que son muy duras.
Me ha tocado ver gente viviendo en condiciones que no es posible que existan en esta época.
-Donde hay plantaciones inmensas la pobreza tiene sus mismas dimensiones y donde se cultiva tabaco, ¿también?
-Existe mucha marginación. Se trata básicamente de agricultores familiares, nosotros estamos más en contacto con la parte de la industrialización del tabaco pero sin dudas que son sectores muy precarizados por el mismo contexto en el que están inmersos, las economías regionales en general han sido siempre muy golpeadas.
Hablamos de provincias donde esta actividad es fundamental, donde en torno a la fábrica de cigarrillos gira toda una ciudad.
-Muchas gracias por todas las gestiones que realizaste para que este encuentro de la Cottam haya sido un éxito.
-Para mí ha sido un placer.
-Estoy hace 25 años, empecé a trabajar con Juan (Martini) a los 18 años. Ahora trabajo como contadora del Sindicato de Capital y responsable de cursos de capacitación en salud preventiva.
-Cuéntanos de esos cursos…
-Tenemos muy claro que desde la obra social teníamos que acercar los servicios a la gente, sobre todo en el interior del país, donde si bien teníamos todos los centros contratados, la gente no concurría a hacer la prevención y en un primer momento, por una exigencia del Ministerio de Salud Pública de la Nación y luego por genuino convencimiento, comenzamos con los cursos de capacitación, prevención y promoción en salud.
Empezamos por llevar móviles a las plantas para realizar los análisis básicos de salud y con este proyecto nos fuimos topando con diferentes realidades.
Fábricas donde nos abrieron las puertas y permitieron a todos los trabajadores hacerse los estudios; otras donde les daba lo mismo si el trabajador o la trabajadora se acercaba a hacerse el chequeo y hubo aquellas en las que generamos un verdadero problema.
En la provincia de Misiones fue uno de los lugares donde más se nos dificultó el trabajo de prevención, primero porque no existe la cultura de ir al médico a hacerse un control y segundo que tampoco hubo un respaldo por parte de la empresa en esa provincia, no se tuvo en cuenta el esfuerzo que hizo el Sindicato en acercar la obra social a los afiliados.
Nos pusieron todo tipo de trabas para no dejar que los trabajadores se acercaran al móvil. Estamos hablando de 15 minutos para hacerse los exámenes. Les daban a elegir entre comer o hacerse el chequeo, algo realmente increíble.
Nosotros insistimos todos los años y todos los años tenemos las mismas dificultades, a pesar que esto es una determinación del Ministerio.
-Pienso: ¿qué sería de este país sin las obras sociales de los sindicatos?
-No lo sé, sinceramente porque en Argentina somos las organizaciones sindicales las que tenemos esa red de contención que son las obras sociales, que le garantizan a los trabajadores y trabajadoras el derecho a la salud, sobre todo en los períodos de crisis.
Cuando los hospitales se desbordan; cuando no hay recursos debido al mal manejo de los servicios médico privados (medicina prepaga), son las obras sociales de los sindicatos las que contienen a los trabajadores.
Se han dado casos de trabajadores que se pasan de una obra social a la medicina prepaga y se encuentran con que no pueden pagar determinados costos de algunos servicios que ofrecen esas prestadoras de salud.
En ese momento el trabajador se acerca nuevamente a la obra social y es siempre allí donde encuentra el respaldo, basado en el principio de solidaridad que tiene la obra social sindical.
En estas obras no le preguntamos al trabajador cuántos hijos tiene, cuál es su estado de salud ni le vamos a cobrar más o menos según el servicio que requiera, se le cobra una cuota única algo que no se da en la actividad privada cuyo principio primario no es la solidaridad sino más bien el lucro, obtener ganancias.
-Sin embargo toda esta labor solidaria y fundamental para la salud no tiene buena prensa.
-No. Y no la tiene porque compite con los grandes grupos que se manejan en el sector de las empresas de medicina prepagas, que han copado de avisos publicitarios, vendiendo una imagen muy alejada de la realidad del país: una familia linda, sana, con hijos rubios, nada más opuesto a lo que es nuestra sociedad sobre todo en el interior profundo.
-Noto un sentido de pertenencia muy fuerte de tu parte con el Sindicato y la Federación…
-Así es, porque me siento muy a gusto con el trabajo que hago. Juan (Martini) me permitió conocer mucho el interior, Salta, Jujuy, Corrientes y realmente es otro país.
Cuando uno tiene la oportunidad de ver la realidad de otras personas, tan disímiles como dispares, eso te abre la cabeza y es muy valioso.
-No a todos les pasa eso…
-Seguramente porque todos somos diferentes, pero a mí me pasa que cada vez que regresé de esos lugares quise trabajar para transformar ciertas realidades, que son muy duras.
Me ha tocado ver gente viviendo en condiciones que no es posible que existan en esta época.
-Donde hay plantaciones inmensas la pobreza tiene sus mismas dimensiones y donde se cultiva tabaco, ¿también?
-Existe mucha marginación. Se trata básicamente de agricultores familiares, nosotros estamos más en contacto con la parte de la industrialización del tabaco pero sin dudas que son sectores muy precarizados por el mismo contexto en el que están inmersos, las economías regionales en general han sido siempre muy golpeadas.
Hablamos de provincias donde esta actividad es fundamental, donde en torno a la fábrica de cigarrillos gira toda una ciudad.
-Muchas gracias por todas las gestiones que realizaste para que este encuentro de la Cottam haya sido un éxito.
-Para mí ha sido un placer.
Fotos: Nelson Godoy