21
Marzo
2017

En defensa del empleo y la seguridad y soberanía alimentaria

Artur Bueno Júnior
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Foto: Lucía Iglesias 

Acompañamos atónitos la cobertura de prensa que reveló la acción de empresas del sector frigoríficos, que sobornaron a funcionarios del Ministerio de Agricultura para aprobar la venta de carne en mal estado.
La artimaña consistía en la mezcla de productos para la preservación artificial de los alimentos, además de adicionarse cartón en algunos casos. La investigación de la Policía Federal se centró en 21 frigoríficos en el país, teniendo como principales albos a gigantes como BRF y JBS.

El movimiento sindical de trabajadores vinculados al sector, nucleado en la Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (CNTA Afins), federaciones estaduales y sindicatos como el de Trabajadores de la Alimentación de Limeira y Región (Stial), sí debe preocuparse por el efecto que esta operación de la Policía Federal puede ocasionar en los puestos de trabajo del sector, por culpa de malos empresarios.

También estamos atentos a las repercusiones internacionales, que han llevado a que China suspenda la importación de carne brasileña, medida que puede ser compartida por la Unión Europea. Esto es muy malo para el país, ya que el sector cárnico generó exportaciones que alcanzaron casi 14 mil millones de reales el año pasado

 

Pero no podemos ignorar los graves delitos contra la salud pública, presuntamente cometidos por estas empresas, en connivencia con funcionarios corruptos. Siendo así:
  1. 1- Debemos apoyar la operación "Carne Débil" de la Policía Federal, con la esperanza de que los hechos que implican a los frigoríficos e inspectores agropecuarios se determinen con exactitud, y que, una vez comprobados, se pueda conducir a un castigo ejemplar de los involucrados.

  2. 2- Esperamos que este escándalo propicie el debate sobre seguridad alimentaria y nutricional en el país. Tenemos que plantear una discusión amplia en la búsqueda de una alimentación segura, saludable y sostenible para todas las familias, incluyendo aquellas con menor poder adquisitivo. La seguridad alimentaria es un derecho humano y es un deber del poder público respetar, proteger, promover, informar, supervisar y hacer cumplir el derecho a una alimentación adecuada.

  3. 3- Que este episodio también sirva para arrojar luz sobre las prácticas ambientales y laborales nefastas aplicadas por las empresas del sector. La cuestión de la soberanía alimentaria también involucra a los intereses de los trabajadores que han sufrido en manos de estas empresas: trabajo análogo a la esclavitud, enfermedad y muerte en las líneas de producción. También involucra los intereses de la sociedad en general con relación al ambiente, en peligro por los crímenes que cometen estas compañías, como la contaminación de reservas agua. Momentos como éste deben servir para presionar al poder económico a tratar cuestiones que son de interés de la sociedad. En el caso del pujante sector cárnico, el debate va más allá de la calidad de la comida.

    Es necesario, por ejemplo, que las ganancias de los empresarios no financien delitos e irregularidades dentro de su cadena productiva. El respeto a los trabajadores y al medio ambiente también debe ser obligatorio para una industria que busca protagonismo económico y avanza en los mercados mundiales llevando el nombre de Brasil.

Traducción: Luciana Gaffrée