Despidos masivos en BIMBO

El 30 de junio del año pasado, un grupo de trece trabajadores de Bimbo de Centro América S.A. decidió organizarse. Apenas habían transcurrido cuatro horas cuando la empresa los despidió a todos.

Los días 2 y 6 de julio, Bimbo despidió a otro grupo de 22 trabajadores, aduciendo una supuesta y nada creíble “reorganización de personal”.

A pesar de la represión, más de cien trabajadores y trabajadoras decidieron retomar la iniciativa. Veinte días después se presentó ante el Ministerio del Trabajo toda la documentación necesaria para la creación del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Bimbo de Centro América S.A. (Sitrabimbo).

También se entregó copia del pliego de peticiones para una futura negociación colectiva en las 7 sucursales que hay a nivel nacional. La respuesta de Bimbo no se hizo esperar.

Comenzó una ‘cacería de brujas’ y la transnacional mexicana despidió a decenas de trabajadores en todo el país.

“Nos mantuvimos firmes. Emplazamos a la empresa por los despidos y seguimos con la tarea de afiliar a más trabajadores”, dijo a La Rel, Jorge Ramos, secretario general del Sitrabimbo, organización afiliada a la Federación Sindical de Trabajadores de la Alimentación, Agroindustria y Similares (Festras).

“Bimbo nunca dejó de acosarnos y amenazarnos, hasta hubo casos de persecución con vehículos de la empresa a compañeros que salían del trabajo. Querían intimidarlos para que abandonaron al sindicato”, agregó Ramos.

El 8 de septiembre, el Juzgado Segundo del Trabajo y Previsión Social ordenó la reinstalación de 75 trabajadores ilegalmente despedidos, sin embargo Bimbo se rehusó a cumplir con la resolución y continuó amenazando con nuevos despidos y el cierre de agencias.

Tras la publicación el 26 de diciembre en la Gaceta Oficial de la inscripción del Sitrabimbo en el Registro Público de Sindicatos, Bimbo de Centro América S.A. emitió un comunicado en el que reconocía a la organización sindical y se comprometía a respetar el derecho de sus trabajadores a organizarse.

Lamentablemente, eso fue solamente el inicio de una nueva arremetida antisindical.

El 17 de enero, la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social dio a conocer una resolución del 25 de diciembre, donde dejaba sin efecto y levantaba las prevenciones decretadas por el Juzgado Primero del Trabajo contra Bimbo de Centro América S.A.

De esta manera se declararon procedentes los despidos realizados hasta el momento por Bimbo.

“Fue una sentencia totalmente anómala que abrió la puerta a una nueva ola de despidos. En pocos días Bimbo despidió a todos nuestros afiliados y las autoridades del Trabajo no hicieron nada”, denunció el secretario general del Sitrabimbo.

“Más de 250 trabajadores fueron lanzados a la calle y siguen sufriendo el acoso psicológico de la empresa para que acepten el pago de sus prestaciones. Hasta les están ofreciendo más de lo que les deben, con tanto que se vayan”, señaló Ramos.

El dirigente sindical dijo a La Rel que unos 150 de ellos no han aceptado la propuesta de la empresa, manteniéndose a la expectativa ante una nueva demanda judicial interpuesta por el sindicato.  

“La transnacional ha tercerizado toda la venta y distribución de los productos, al tiempo que mantiene una fuerte presión sobre el personal de producción para que no se acerque al Sindicato”, explicó Ramos.

“Esperamos que recapacite y abra al diálogo, porque lo que estamos pidiendo es sencillamente el respeto del derecho que tenemos a organizarnos”, concluyó el dirigente sindical.

Grupo Bimbo es una de las empresas panificadoras más grandes del mundo, con presencia en 22 países de América, Europa y Asia. Cuenta con 163 plantas -30 en América Latina-, más de 127 mil trabajadores, 10 mil productos y más de 100 marcas. Posee 52 mil rutas, 1.700 centros de venta y 2,5 millones puntos de ventas. En 2015 obtuvo 13,8 millones de dólares de ventas netas, 17 por ciento más respecto al año anterior. Las utilidades aumentaron de casi el 37 por ciento.

Bimbo de Centro América S.A. opera en Guatemala desde 1989. Cuenta con una planta de producción -la más grande de Centroamérica-, 18 centros de distribución y unos 1.400 trabajadores.