02
Mayo
2016
Argentina | Sindicatos | LÁCTEOS

Boicot patronal

ATILRA
20160502 atilra714

Foto: Gerardo Iglesias

El 30 de abril finalizó el acuerdo salarial entre ATILRA y las cámaras empresariales que rigió en los últimos meses. Las negociaciones que se llevaban a cabo para renovarlo están suspendidas tras el retiro de dos cámaras empresariales. La Rel reproduce a continuación fragmentos del informe de situación elevado por el Consejo Directivo Nacional y el Plenario Nacional de Secretarios Generales del Sindicato.
Si bien los niveles salariales de los trabajadores de la industria fueron recompuestos durante más de una década y alcanzaron valores dignos, las políticas económicas devaluatorias y de ajuste que se dieron en Argentina últimamente provocaron un deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores del sector.

Se prevé que con la implementación de los ajustes tarifarios en toda su magnitud, esta situación se agravará, impactando directamente en la clase trabajadora.

La Conducción Nacional de ATILRA tomó la decisión de convocar a las cámaras empresarias del sector a iniciar negociaciones para mantener cuanto menos el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores.  

Las discusiones se iniciaron en la primera semana de abril, en el Centro de la Industria Lechera.  

Una primera sorpresa fue que la Junta Intercooperativa de Productores de Leche de Santa Fe y Córdoba, una de las cámaras que históricamente había integrado la mesa de negociaciones, anunció su no participación.

En un segundo encuentro, el 21 de abril, en la sede del CIL, dos de los tres sectores empresariales (CIL y APyMEL) solicitaron la suspensión de las negociaciones hasta setiembre, en función, según dijeron, de la situación de la industria debido a la caída de los precios internacionales y al factor climático.

ATILRA expresó que si bien podía comprender la coyuntura, no es menos cierto que ésta es ajena por completo a los trabajadores, que no fueron especialmente favorecidos cuando ambos factores fueron beneficiosos. Las ganancias obtenidas entonces se debieron por el contrario a la firme posición del gremio y su conducción, apoyada por los trabajadores.

El deterioro del salario, como consecuencia de las políticas devaluatorias, de ajuste y recesivas, impone que las partes negocien los incrementos indispensables para sostener el bienestar del trabajador y su familia, cualesquiera que sean las circunstancias.

Sin embargo, ejecutivos de importantes empresas han deslizado en forma confidencial -pero para que vayamos tomando nota- que cuentan con apoyo al más alto nivel gubernamental para enfrentar los reclamos salariales que podamos formular para el próximo período, intentando atemorizar a los trabajadores y amenazando con generar una desestabilización institucional y jurídica de ATILRA.  

Ante este panorama realmente preocupante, el Consejo Directivo Nacional y el Plenario de Secretarios Generales se reunieron para analizar las medidas a adoptar.

Ambos cuerpos decidieron realizar asambleas de bases con todos los trabajadores de todos los establecimientos del país para esclarecerlos sobre la situación y prepararlos para acompañar las decisiones que se deban adoptar para enfrentar, llegado el caso, la negativa de los empresarios a negociar.