19
Mayo
2017
Brasil | Sindicatos | ANÁLISIS

A refundar el país

Artur Bueno Júnior
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Artur Bueno Júnior | Foto: Gerardo Iglesias

La crisis institucional vivida por Brasil alcanzó un nuevo nivel esta semana y es hora de que los trabajadores ocupen la calle con sus propias propuestas, dice en esta columna Artur Bueno Junior, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Limeira y Región (STIAL) y vicepresidente de CNTA.
Es en este momento de fragilidad del gobierno que los trabajadores deben amplificar su protesta contra las reformas laboral y de la previsión social.

¿Cómo puede alguien como el presidente Michel Temer, que ha aplicado medidas tan nocivas para la población, conducir un proceso de reformas con efectos tan significativos?

El movimiento sindical ya había advertido que los artífices de este momento del país no tenían estatura moral. El alejamiento del Senado de Aécio Neves, otro defensor de las reformas que cayó producto de las investigaciones sobre los contactos de políticos de primer nivel con el grupo JBS, es ejemplo de ello. 

Desde el principio, la clase empresarial, interesada en eliminar derechos para aumentar sus beneficios, se ha valido de estos parias no sólo para hacer negocios sino también para imponer una visión unilateral de las reformas.

Cual pugilistas que aprovechan el momento de golpear al adversario, ocupamos Brasilia este 24 de mayo.

Fueron organizadas caravanas que partieron de todo el país, y la USTL (Unión Sindical de los Trabajadores de Limeira) marcó su presencia en esa gran fiesta de la democracia.

Más que para frenar las reformas, éste debe ser el momento para exponer de forma enérgica nuestras propias ideas.

Una reforma de la Seguridad Social que combata las desviaciones de los evasores fiscales y que apunte a cobrar las deudas que las grandes empresas (algunas de ellas del sector público) tienen con el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) es necesaria.

Se debe garantizar una jubilación justa para que quienes se retiren no necesiten seguir trabajando. 

La reforma laboral debe a su vez asegurar la independencia de los sindicatos y ofrecer mejores condiciones de trabajo y salarios a la clase obrera,  anular los despidos injustificados y prever una reducción de jornada sin reducción de salario.

Ninguno de estos temas está incluido en la reforma de Temer y de los empresarios.

La salud y el bienestar del trabajador nunca fueron prioridad para ellos. Pues bien, que lo sean ahora, con nuestras reformas.

Luchar contra las reformas implica rechazar toda una forma de gobernar, encarnada por un individuo absolutamente ligado al gran capital y que ha hecho grandes méritos para ser sometido a un proceso de impeachment.

Estamos viviendo un gran momento, una instancia en la que se vuelve urgente convocar a elecciones directas. No debemos temerle. Tras tanto efecto de la Operación Lava Jato, llegó la hora de refundar este país.