Los países como Uruguay, individualmente, tienen escasas condiciones de competir y de influir. La integración constituye un imperativo para lograr una inserción internacional más eficiente y generar un mayor poder negociador”, dice la resolución.
El TISA apunta - es su razón de ser- a que las partes signatarias abran su sector de servicios a la competencia, excluyendo naturalmente cualquier medida que vaya en dirección de una discriminación positiva en favor de las empresas nacionales.
A medida de los poderosos
Ante las resistencias encontradas en las negociaciones en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio, las grandes potencias y las empresas transnacionales han impulsado en las últimas décadas una agenda de extrema liberalización y desregulación.
Esta propuesta implica el avance del mercado por sobre la lógica tradicional del accionar del Estado en beneficio de la producción, de los sectores populares y como motor de acciones estratégicas para el desarrollo nacional.