Uber engaña entonces cuando se presenta como economía “colaborativa” –sin ánimo de lucro–, como la que realizan los amigos que hacen una vaca para pagarse una fiesta o la gasolina del carro de uno de ellos
Piratería disimulada
La viveza de estos ultra poderosos azuzadores de la ilegalidad consistió en descubrir que la vieja “piratería” en el servicio de taxis –carros particulares usados como públicos–, que ocurría en muy pequeña escala por las trabas para contactar vehículos y pasajeros, podía lograrse en grande mediante internet, haciéndole además muy complicado a las autoridades impedirla.
La gran mentira
Es falso que Uber se proponga solucionar las fallas del servicio de taxis de Bogotá y del resto del país, por la simple razón de que más del 85 por ciento de los colombianos no posee tarjeta de crédito ni celular de alta gama y plan de datos.