Washington le está exigiendo al presidente que cumpla el TLC para que el alcohol carburante gringo inunde el mercado nacional. Pésimas decisiones van a salir de la revisión del FEPA.
Más de dos millones de colombianos, dice el Dane, dependen de este negocio. Al gobierno podría saltarle una liebre de proporciones mayúsculas.
No hay que equivocarse. Quienes defendemos a los trabajadores debemos defender la producción en Colombia, incluida la empresarial.
Tenemos enormes desafíos, no apenas hacia afuera, sino también a la interna de la organización y ninguno será sencillo.