Los campesinos están en cultivos cada vez más azarosos como la caña panelera, café, cítricos, yuca, plátano, leche y carne. Están extinguidos los cultivos de cereales como trigo, avena, arroz, cebada y disminuyen maíz, leguminosas, hortalizas, cebollas, ajo, entre otros.
Que reportan más del 70 por ciento del volumen de nuestras exportaciones, y con la subida del dólar estamos en una situación muy comprometedora para garantizar las importaciones de alimentos.
Se está importando cerca del 50% de los alimentos, Colombia ha perdido su soberanía alimentaria.
La nociva incidencia de los TLC
La economía campesina está quebrada, pero además la política de colocación de excedentes agropecuarios de Estados Unidos y Europa en Colombia quebrará no solo a los campesinos pequeños y medianos sino a los empresarios del campo.
De cumplirse el pedido de Estados Unidos sobre levantar la prohibición de importación de etanol de ese país, los ingenios colombianos y sus cerca de 50.000 trabajadores se verán devastadoramente afectados.
Dignidad Agropecuaria
Se debe discutir la vigencia de los TLC para poder pensar en un cambio verdadero del modelo económico y encarar el problema de la gigantesca deuda externa que mantiene Colombia, más de 95 mil millones de dólares, un 25 por ciento del PBI del país.
En el presupuesto nacional para 2015, las obligaciones de la deuda externa están como primer rubro, por encima de educación, defensa y salud.
El Polo y el proceso de Paz
Para el Polo Democrático las negociaciones son positivas, cesar la violencia es altamente conveniente para la lucha nacional y democrática.
No por ello se debe apoyar a Santos, ni significa que el presidente mutó su naturaleza reaccionaria, neoliberal y pro norteamericana.