A la mayoría de los empresarios azucareros se les está quitando de la cabeza la mentalidad de ver al trabajador como un esclavo.
Eso es el resultado de las tantas luchas que hemos emprendido los corteros de caña a lo largo de estos años.
Ahora se está trabajando en conjunto en defensa del sector azucarero, de los miles de empleos que genera, y en contra del enemigo común que son las políticas del gobierno.
Estos cambios en las relaciones obrero-patronales deben ser aprovechados para crear nuevos espacios de diálogo y negociación, y así mejorar las condiciones laborales, generar un empleo estable y condiciones económicas dignas .