Consistió en que al gobierno le otorgarían más préstamos y le prolongarían más plazos de pago solo si imponía al pueblo el llamado “programa de ajuste estructural de la economía”.
En el presente siglo la corrupción continúa y uno de sus resultados es el incremento de la impagable deuda externa e interna que ya suma 10.000 millones de dólares. Precarización y pobreza
Se ha generado más de un millón de desempleados que aumentan cada año convirtiéndolos en migrantes, vendedores ambulantes, delincuentes.
Honduras vive una institucionalidad colapsada y una pérdida casi total de credibilidad, confianza y legitimidad en quienes están al frente de las principales instituciones que componen el Estado.