En Cervecería Hondureña (SABMiller), de cada cuatro trabajadores uno es tercerizado o temporal, y que los tercerizados devengan la quinta parte del salario de un trabajador permanente, que goza de los beneficios de la convención colectiva.
La transnacional estaría incumpliendo el compromiso pactado con el STIBYS de que “todo trabajo permanente y continuo en la empresa debe ser realizado por trabajadores permanentes con contrato indefinido”.
Tampoco estaría respetando el acuerdo que “los trabajadores interinos deben ser contratados directamente por la empresa” y que “toda plaza vacante debe ser llenada con trabajadores permanentes”.
El sindicato como chivo expiatorio
STIBYS rechazó también los argumentos de que las demandas contenidas en el pliego de peticiones estarían afectando el liderazgo de Cervecería Hondureña en el mercado.
Cervecería Hondureña siempre fue líder en el mercado y es hasta hoy, que fue adquirida por SABMiller, que ese liderazgo se ha perdido.
Eso se debe a las políticas erróneas de la empresa, y no a la existencia de un Convenio Colectivo y de un Sindicato que tiene medio siglo de existir.
SABMiller está aprovechando de la coyuntura política que hay en el país y que privilegia los intereses del capital, tanto nacional como transnacional, a costa de los derechos laborales y sindicales.