Las camareras de piso son parte integral de la calidad de la oferta hotelera. No en vano constituyen uno de los pilares de las plantillas de los hoteles. Sin embargo, no se valora su trabajo y, como muchos otros empleos feminizados, se asocia a las labores que tradicionalmente han hecho las mujeres.
Cándido Méndez consideró “una contradicción y una injusticia” que el aumento de la actividad económica del turismo –un sector “a resguardo de la crisis”– haya supuesto “mayores cargas de trabajo y ‘penosidad’, pero no más empleo ni mejores salarios”.