El sindicalismo no puede quedarse encerrado en cuatro paredes. Tiene que salir a las calles y luchar para cambiar este modelo que atenta contra la clase trabajadora.
Panamá mantiene uno de los primeros lugares en América Latina y el primero en Centroamérica en cuanto a crecimiento económico. Sin embargo se ubica en segundo lugar en desigualdad, solamente detrás de Haití.
El 36,8 por ciento de la población aún vive en pobreza y el 16,6 por ciento está en situación de pobreza extrema.