“Nos están condenando a una vejez precaria y con el sueldo mínimo, porque las camareras no llegamos a cotizar por los años requeridos. Nos dan de baja seis o siete meses y cada vez pagan menos la temporada alta”, denuncia.
“No nos está quedando más opción que luchar pase lo que pase, y creo que para eso el libro de Ernest ha sido fundamental: ya no podrán decir que no a tantas mujeres de tantos lugares diferentes de España”.
Tendrán que tomar cartas en el asunto
“Hemos estado tan acostumbradas a ser invisibles… Las camareras en general tenemos escasa formación para acceder a otros empleos. Espero que con este libro nos vean y nos escuchen, alguien tendrá que tomar cartas en el asunto, prejubilarnos por trabajo insalubre, quitarnos un poco la carga”.