Más allá de toda valoración política, podemos constatar que desde noviembre, cuando se dio el último aumento de salarios, hasta la fecha, la pérdida del poder adquisitivo es muy importante debido a una remarcación salvaje de los precios avalada por la ausencia total de control del Estado.
Curiosamente, el rubro que más encarece la canasta básica es el de alimentos y bebidas, el nuestro..