Respecto a los jóvenes, el gran problema es el desempleo. A la Federación llegan sólo una vez que están dentro de una empresa. Yo entré a trabajar a los 15 y me sindicalicé a los 17; mi sobrino va a encontrar su primer empleo a los 29. La edad de afiliación se está yendo a 33, 34, 35 años. El sindicalismo, además de ser riguroso, debe ser divertido
Tiene que ofrecer esa oportunidad a la gente que comienza su andadura sindical. Si logramos combinar ambas cosas tiene mucho futuro.
Y si le agregamos cierta dosis de pedagogía, mejor aún. Debería ser una suerte de ámbito de aprendizaje colectivo entre gente que se enfrenta a problemas comunes.