Dentro de la gravedad del problema y teniendo en cuenta que la directiva sindical era muy nueva, había asumido en marzo y los despidos se dieron en abril, podemos arriesgar que fue una negociación positiva.
También debo destacar que nada de esto hubiese sido posible sin el respaldo internacional de la UITA, la Federación de Trabajadores de Aguas Gaseosas de Argentina (Fataga) y de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (Felatrac).