El juzgado en lo penal 4 de Málaga descartó el viernes pasado las acusaciones de la fiscalía y admitió que ambos sindicalistas actuaron en apego a su condición y que no violentaron ni coaccionaron a nadie.
Pero aún hay más de 200 luchadores sociales, fundamentalmente sindicalistas, en una situación parecida a la que enfrentaron Lola y Gonzalo.
Entre el 9 y el 12 de febrero ocho dirigentes gremiales de la compañía aeronáutica Airbus serán sometidos a proceso en Madrid por su actuación durante la huelga general del 29 de setiembre de 2010 contra la reforma laboral.
La fiscalía pide para cada uno ellos ocho años y tres meses de prisión. Los ocho participaban en una concentración a las puertas de la empresa cuando la policía antidisturbios cargó contra los trabajadores, hiriendo a varios de ellos.