Los cambios se lograrán en la medida en que se siga denunciando y se siga presionado a la justicia para que los castigos y sanciones sean ejemplificantes, no solamente para los autores directos de los feminicidios y sus congéneres, sino también instrumentos como los medios de comunicación que fomentan la imagen y el trato hacia las mujeres, niñas y adolescentes como objetos de uso y descarte.