Entre los factores que contribuyen a la violencia contra las mujeres migrantes en tránsito irregular por México se destacan:
Bajos índices de desarrollo humano, tanto en los países de origen como en el de tránsito.
La militarización de la seguridad pública y el combate al narcotráfico con un estado de derecho débil.
La securitización de la política migratoria, que descuida los derechos humanos de las personas migrantes y carece de una perspectiva de género.
Los vacíos de información estadística sobre las mujeres migrantes que atraviesan México, que impiden explicar las especificidades de la participación femenina en los eventos de detención, y la documentación de las violaciones de las que son objeto.
La falta de reconocimiento del papel de las migrantes como trabajadoras que contribuyen al desarrollo económico y social de sus familias, comunidades de origen y de destino.
Falta de congruencia entre la legislación, las políticas migratorias y los instrumentos jurídicos de protección de los derechos humanos de las mujeres migrantes.
Desconocimiento de los derechos de las migrantes en México por parte de las autoridades, pero también de las propias mujeres.
Discriminación, xenofobia, normalización de la violencia contra las mujeres, desigualdad y exclusión social. Falta de reconocimiento de la corresponsabilidad de proteger y garantizar la vida y los derechos de las mujeres migrantes, que comparten los países de origen, tránsito y destino.
La corrupción, la falta de rendición de cuentas y la impunidad.