Las autoridades españolas suelen presentar cualquier cifra turística como positiva sin ningún matiz, y, sin embargo, no han manifestado gran entusiasmo con esta CSTE.
Probablemente el motivo sea doble: por una parte, el de ausencia de actualidad, ya que la información solamente llega hasta 2014.
Hay que tener en cuenta que el discurso del crecimiento de la turistización de la economía española requiere torpedear a la opinión pública con mensajes estadísticos de actualidad que anuncien una coyuntura siempre positiva.
A veces los datos más estructurales y consolidados no sirven para ese mensaje propagandístico.
Si se observan con algo de detenimiento los datos de empleo turístico, se puede comprobar que en el periodo 2010-2014 el porcentaje de puestos de trabajo asalariados ha perdido en torno a un 1 punto sobre el total del empleo agregado del sector turístico. Es decir, crece el empleo autónomo por la proliferación de los “falsos autónomos” o “autónomos forzados”.