El problema fundamental no está en que haya una gran bolsa de trabajo contratada de forma ilegal, más allá de determinadas situaciones, sino que la precarización se está produciendo dentro de los márgenes de la legalidad o con situaciones de abuso y fraude manifiesto con respecto a trabajadoras que sí están contratadas.
Las trabajadoras tienen que acudir a las organizaciones sindicales y asesorarse. También tienen espacios para organizarse en asociaciones de camareras de piso, como CAPISE en Sevilla, que las pueden asesorar y denunciar su caso.
Y deben acudir a la Inspección de Trabajo. Esto es clave, necesitamos con urgencia que se refuerce el rol de la Inspección de Trabajo.