24
Febrero
2017
Con Soledad González
Ante la “epidemia” de feminicidios
Ante la “epidemia” de feminicidios
¡Ya basta!
Paro internacional de mujeres en repudio a la violencia de género
En Montevideo, Amalia Antúnez
Ilustración: CartonClub
Integrante de la organización feminista Cotidiano Mujer, González conversó con La Rel sobre la movilización que la central sindical PIT-CNT y diversas organizaciones de la sociedad civil preparan para el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, bajo la consigna “Las mujeres paran el mundo”.
-¿Cómo surge esta propuesta de paro para el próximo 8 de marzo?
-A partir de un cúmulo de sucesos de violencia hacia las mujeres y de protestas mundiales contra esos hechos.
La idea del paro es internacional y se da a través de distintas redes feministas, muy vinculadas al movimiento argentino Ni Una Menos, pero también tomando reivindicaciones de otros movimientos internacionales como los que se hicieron presentes en la emblemática Marcha de las Mujeres al día siguiente de la asunción del presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Esta ola de reivindicaciones y de repudio a todo tipo de violencia hacia las mujeres es tomada por varios colectivos feministas en Uruguay y coincide coyunturalmente con la serie de feminicidios que han ocurrido aquí en los dos primeros meses del año.
Estos hechos han provocado gran indignación en toda la sociedad y han trascendido los espacios de las organizaciones que defendemos o velamos por los derechos de las mujeres.
Tanto fue así que las sindicalistas, algunas feministas y otras no pero todas defensoras de sus derechos, tomaron la idea del paro nacional y lo llevaron a instancias del PIT-CNT, que es la única organización con potestad para convocar a una paralización de labores.
-¿Cómo se instrumentó todo?
-En esta oportunidad se dio de manera paralela que las compañeras de la central se movilizaran a la interna de la organización y que las entidades feministas se comunicaran con ellas para proponer una paralización.
Fueron dos movimientos que se dieron de forma simultánea y que coincidieron entre sí.
La Mesa Representativa del PIT-CNT convoca para el 8 de marzo a un paro parcial que comenzará a partir de las 16 horas y se extenderá hasta las 22, un horario particularmente atípico para este tipo de medida y que responde al planteo de que haya una gran participación popular en la marcha que se realizará por la principal avenida de Montevideo.
-A partir de un cúmulo de sucesos de violencia hacia las mujeres y de protestas mundiales contra esos hechos.
La idea del paro es internacional y se da a través de distintas redes feministas, muy vinculadas al movimiento argentino Ni Una Menos, pero también tomando reivindicaciones de otros movimientos internacionales como los que se hicieron presentes en la emblemática Marcha de las Mujeres al día siguiente de la asunción del presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Esta ola de reivindicaciones y de repudio a todo tipo de violencia hacia las mujeres es tomada por varios colectivos feministas en Uruguay y coincide coyunturalmente con la serie de feminicidios que han ocurrido aquí en los dos primeros meses del año.
Estos hechos han provocado gran indignación en toda la sociedad y han trascendido los espacios de las organizaciones que defendemos o velamos por los derechos de las mujeres.
Tanto fue así que las sindicalistas, algunas feministas y otras no pero todas defensoras de sus derechos, tomaron la idea del paro nacional y lo llevaron a instancias del PIT-CNT, que es la única organización con potestad para convocar a una paralización de labores.
-¿Cómo se instrumentó todo?
-En esta oportunidad se dio de manera paralela que las compañeras de la central se movilizaran a la interna de la organización y que las entidades feministas se comunicaran con ellas para proponer una paralización.
Fueron dos movimientos que se dieron de forma simultánea y que coincidieron entre sí.
La Mesa Representativa del PIT-CNT convoca para el 8 de marzo a un paro parcial que comenzará a partir de las 16 horas y se extenderá hasta las 22, un horario particularmente atípico para este tipo de medida y que responde al planteo de que haya una gran participación popular en la marcha que se realizará por la principal avenida de Montevideo.
Feminicidio y discriminación
¡Ya basta!
-Las cifras de feminicidio son aterradoras en América Latina desde hace mucho tiempo ¿por qué crees que se ha masificado esta lucha contra todo tipo de violencia y discriminación de género en este momento?
-Creo que se llegó a un punto que como sociedad nos estamos diciendo: ¡Ya basta! Ha crecido por otra parte la conciencia, sobre todo en las mujeres, de la desigualdad que viven estructuralmente, no solo en forma de violencia explícita sino de salarios, de ascensos, de trabajo no remunerado, de carreras, de quién se hace cargo del cuidado de los hijos, etcétera.
En Uruguay los egresados universitarios son en 70 por ciento mujeres. Sin embargo los altos cargos universitarios siguen siendo de hombres mayoritariamente. Hemos dicho basta.
Creo que es un cambio social que se ve reflejado en los medios más como consecuencia que como causa. De hecho el movimiento feminista, aun desordenado, viene incidiendo en temas tan notorios como la publicidad sexista y ha logrado que se quiten spots publicitarios que mancillan y humillan a la mujer.
Esto era algo que estaba completamente naturalizado y aceptado. Ahora, hay una clara consciencia del daño que genera esta violencia simbólica y que se traduce luego en violencia material.
-Creo que se llegó a un punto que como sociedad nos estamos diciendo: ¡Ya basta! Ha crecido por otra parte la conciencia, sobre todo en las mujeres, de la desigualdad que viven estructuralmente, no solo en forma de violencia explícita sino de salarios, de ascensos, de trabajo no remunerado, de carreras, de quién se hace cargo del cuidado de los hijos, etcétera.
En Uruguay los egresados universitarios son en 70 por ciento mujeres. Sin embargo los altos cargos universitarios siguen siendo de hombres mayoritariamente. Hemos dicho basta.
Creo que es un cambio social que se ve reflejado en los medios más como consecuencia que como causa. De hecho el movimiento feminista, aun desordenado, viene incidiendo en temas tan notorios como la publicidad sexista y ha logrado que se quiten spots publicitarios que mancillan y humillan a la mujer.
Esto era algo que estaba completamente naturalizado y aceptado. Ahora, hay una clara consciencia del daño que genera esta violencia simbólica y que se traduce luego en violencia material.