Mujeres de Estados Unidos: Vamos a la huelga
Uníos a nosotras para que vea Trump nuestro poder
Ilustración: ecodias.com.ar
Las condiciones de vida de las mujeres, sobre todo las de las mujeres trabajadoras y de color, desempleadas y migrantes, se han deteriorado incesantemente en los últimos treinta años, gracias a la financiarización y la globalización empresarial.
El feminismo que se pliega [“lean-in feminism”] (1) y otras variantes del feminismo empresarial le han fallado a la abrumadora mayoría de nosotras, que no tenemos acceso a la autopromoción y progreso individuales, y cuyas condiciones de vida sólo pueden mejorarse mediante medidas políticas que defiendan la reproducción social, que aseguren la justicia reproductiva y que garanticen los derechos laborales.
Tal como lo vemos nosotras, la nueva ola de movilización de las mujeres debe arrostrar todas esas preocupaciones de modo frontal. Tiene que ser un feminismo para el 99%.
La clase de feminismo que buscamos está surgiendo ya internacionalmente, en luchas a lo largo y ancho del mundo: de la huelga de mujeres en Polonia contra la prohibición del aborto a las huelgas y manifestaciones de mujeres en América Latina contra la violencia machista; de las enormes manifestaciones de mujeres del pasado noviembre en Italia a las protestas y la huelga de mujeres en defensa de los derechos reproductivos en Corea del Sur e Irlanda.
Lo que resulta llamativo de estas movilizaciones es que varias de ellas combinaban luchas contra la violencia machista con la oposición a la creación de trabajo eventual y la desigualdad salarial., a la vez que se oponían a las políticas homófobas, transfóbicas y xenófobas.
En conjunto, pregonan un nuevo movimiento feminista internacional con una agenda ampliada: a la vez antirracista, antiimperialista, antiheterosexista y antineoliberal.
Queremos contribuir al desarrollo de este nuevo y más amplio movimiento feminista. Como primer paso, proponemos contribuir a levantar una huelga internacional contra la violencia machista y en defensa de los derechos reproductivos el 8 de marzo. En esto nos sumamos a grupos feministas de cerca de treinta países que han convocado esta huelga.
La idea estriba en movilizar a las mujeres, incluyendo a las mujeres trans, y a todos los que las apoyan, en una jornada internacional de lucha: una jornada para hacer huelga, manifestarse, bloquear las calles, puentes y plazas, para abstenerse de labores domésticas, de cuidados y del trabajo sexual, boicotear y desafiar a políticos y empresas misóginas y declararse en huelga en instituciones educativas.
Estas acciones están destinadas a hacer visibles las necesidades y aspiraciones de aquellas a las que ha ignorado el feminismo que se pliega: las mujeres del mercado laboral formal, las mujeres que trabajan en la esfera de la reproducción y la atención sociales, y las mujeres desempleadas y en trabajos precarios.
Al adoptar un feminismo a favor del 99%, nos inspiramos en la coalición argentina Ni Una Menos. La violencia contra las mujeres, tal como ellas la definen, tiene muchas facetas: está la violencia doméstica, pero también la violencia del mercado, de la deuda, de las relaciones de propiedad capitalistas, y del Estado; la violencia de las políticas discriminatorias contra mujeres lesbianas, trans y “queer”; la violencia de la criminalización por parte del Estado de los movimientos migratorios; la violencia del encarcelamiento masivo; y la violencia institucional contra los cuerpos de las mujeres mediante la prohibición del aborto y la carencia de acceso a la atención sanitaria y el aborto gratuitos.
Esta perspectiva informa nuestra determinación de oponernos a los ataques institucionales, políticos y económicos a las mujeres musulmanas y emigrantes, a las mujeres de color y a las mujeres trabajadoras y desempleadas, a las mujeres lesbianas, trans e inconformistas respecto al género.
Las manifestaciones de mujeres del 21 de enero han demostrado que también en los Estados Unidos puede estar formándose un nuevo movimiento feminista. Es importante no perder impulso.
Unámonos el 8 de marzo para ir a la huelga, salir a la calle, caminar y manifestarnos.
Aprovechemos la ocasión de esta jornada internacional de acción para acabar con el feminismo que se pliega y construir en su lugar un feminismo para el 99%, un feminismo de base, anticapitalista, un feminismo en solidaridad con las mujeres trabajadoras, sus familias y sus aliados en todo el mundo.
Ndt.:
[1] “Lean-in feminism”, la modalidad impugnada por las autoras de este artículo, y que podría traducirse como feminismo que “se deja llevar”, “tiende a “, o también “se inclina”, procede de un libro de Sheryl Sandberg, titulado precisamente Lean In. Women, Work and the Will to Lead, y de la organización creada de resultas de su éxito, www.leanin.org, que promueve una visión del progreso profesional de las mujeres centrada en los éxitos de su carrera individual, a la vez que se desentiende de toda acción colectiva. El libro fue feroz y detalladamente criticado por feministas como Susan Faludi y Zoe Williams, quien lo describió en The Guardian como “una guía infantilizadora y reaccionaria para mujeres ambiciosas”.
Cinzia Arruzza profesora ayudante de Filosofía en la New School for Social Research de New York, feminista y activista socialista. Es autora de Dangerous Liaisons: The Marriages and Divorces of Marxism and Feminism.
Tithi Bhattacharya enseña Historia en la Universidad de Purdue. Su primer libro, The Sentinels of Culture: Class, Education, and the Colonial Intellectual in Bengal (Oxford, 2005) trata de las obsesiones en torno a la cultura y la educación en la clase media.
Angela Davis legendaria activista afroamericana de los años 60 vinculada al movimiento de derechos civiles, los Panteras Negras y el Partido Comunista norteamericano, por el que fue candidata a la vicepresidencia en los años 80, fue discípula de Herbert Marcuse en la Universidad de California, San Diego. Profesora emérita de la Universidad de California, Santa Cruz, enseña actualmente en la de Syracuse, en el estado de Nueva York. Su trabajo teórico se ha centrado, entre otros temas, en el análisis de lo que denomina el “complejo penitenciario industrial” en los Estados Unidos, para lo cual ha fundado Critical Resistance, una organización de base. Es autora de Are Prisons Obsolete? (2003) y Abolition Democracy (2005); su autobiografía se publicó por primera vez en 1974.
Nancy Fraser profesora de Filosofía y Política en la New School for Social Research de Nueva York. Miembro del Instituto John F. Kennedy de la Universidad Libre de Berlín, ocupa también la cátedra de justicia global del Collège d'Etudes Mondiales de París. Su libro más reciente es Fortunes of Feminism: From State-Managed Capitalism to Neoliberal Crisis (Verso, 2013).
Linda Martín Alcoff profesora de Filosofía en el Hunter College y en el Cuny Graduate Center, ambos en Nueva York, y autora de Visible Identities: Race, Gender, and the Self.
Barbara Ransby historiadora, escritora y activista veterana. Es catedrática de Estudios Afroamericanos, Estudios de Género y de Mujeres, y de Historia en la universidad de Illinois en Chicago.
Keeanga-Yamahtta Taylor profesora ayudante en el departamento de Estudios Afroamericanos de Princeton y autora de From #BlackLivesMatter to Black Liberation.
Rasmea Yousef Odeh directora asociada de la Arab American Action Network [Red de Acción Árabe-norteamericana], líder del Comité de Mujeres Árabes de este grupo y antigua miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Fuente: The Guardian, 6 de febrero de 2017.
Traducción: Lucas Antón