Se va delineando el mapa del padecimiento de las camareras en Brasil

-¿Cuándo comenzaron con las encuestas?
-Hace aproximadamente un mes.

Una vez que regresamos de la reunión del Comité Mundial HRCT de la UITA en Ginebra, dirigimos los formularios a los sindicatos la Confederación a nivel nacional para que se ocupen de recabar los datos que solicita la campaña de UITA y lograr una muestra significativa que proyecte la realidad de las camareras brasileñas.

-Hace un año que Contratuh y la Rel-UITA realizaron el lanzamiento de la Campaña por la Dignificación del Trabajo de las Camareras de Piso.
-Sí, en una primera instancia se realizó en el Congreso de la Confederación en noviembre y luego continuamos este compromiso colectivo en São Luiz do Maranhão.

Actualmente estamos trabajando este tema en Fortaleza (BA), donde existe una gran resistencia por parte de los empresarios a implementar buenas prácticas laborales y mejorar las condiciones de las camareras.

Hemos logrado imponer en alguna convención colectiva ítems referentes a las condiciones laborales, pero será una tarea ardua aunque no imposible.

-¿Cuáles son los principales problemas que enfrentan las camareras en Brasil, según estos datos preliminares que están llegando?
-Entre lo más preocupante está el número elevado de habitaciones que tienen que limpiar a diario y el peso que tienen que cargar, que les genera una serie de dolencias osteomusculares.

Cuando los huéspedes caminan por los corredores de los hoteles no se imaginan lo que pesan los carros que empujan las camareras con los que andan de arriba para abajo.

Otro gran problema es la desidia y la invisibilidad con la que son tratadas.

-¿Se da también en Brasil el fenómeno de la externalización de los servicios de limpieza, tan presente en España, por ejemplo?
-Sí, acá la tercerización se da a través de las mal llamadas cooperativas de trabajo, “as copergatos” que son en verdad un gran fraude laboral.

Cuando descubrimos este tipo de seudocooperativas realizamos las denuncias ante el Ministerio de Trabajo y el Ministerio Público. Este último ha sido un fuerte y efectivo aliado contra este tipo de embuste.

Por otro lado, hace algo más de un año que se está tratando mediante un proyecto de ley, hacer extensivas las tercerizaciones a todas las ramas de la producción, algo que vendría a ser como legalizar la precarización laboral.

El movimiento sindical y sus representantes en el Senado realizamos una gran movilización para frenar la adopción de esa ley. Se logró pararla, pero el nuevo gobierno interino ha puesto como prioridad de su agenda nuevamente el proyecto de reforma laboral, con énfasis en las tercerizaciones.

-¿Cómo encaran la respuesta?
-El contexto que se nos presenta es poco alentador: un sector empresarial fortalecido, un movimiento sindical que no se decide y está dividido y un gobierno marcadamente de derecha que aplica políticas de recortes que recaen directamente sobre la clase obrera.

Por esa razón es que queremos comenzar a denunciar en todas las instancias internacionales la situación que se nos viene.