28
Septiembre
2016
España | Sindicatos | COCA COLA

“El capital no tolera una plantilla bien organizada y sindicalizada”

En Madrid, Gerardo Iglesias
20160928 Francisco714

Francisco Bermejo | Foto: Gerardo Iglesias

Con 43 años de trabajo en Coca Cola y vasta experiencia sindical, Francisco Bermejo, delegado de Comisiones Obreras, jugó un importante papel en la histórica huelga desatada luego que la transnacional anunciara el cierre de cuatro plantas en la península, en 2014.
-La huelga y las movilizaciones en Coca Cola, sobre todo en la planta de Fuenlabrada, se prolongaron durante casi tres años. Cuéntanos cuáles eran las características de la plantilla de trabajadores y trabajadoras, para que pudieran mantenerse tanto tiempo en la lucha.
-Era una plantilla formada, preparada, con conciencia del trabajo y la productividad. Y fundamentalmente era una plantilla altamente sindicalizada, con experiencia de enfrentamiento con los sindicatos amarillos.

Le empresa siempre quiso quebrarnos. Cuando salimos del conflicto pretendió convencernos de que nos quedáramos tranquilos, que todo se iba a resolver, pero nosotros ya sabíamos que no era así y teníamos muy clara la estrategia a seguir.

Apenas la justicia ordenó nuestro reintegro paralizamos la planta de Fuenlabrada, la de mayor producción del grupo Coca Cola en España, para que se respetara ese fallo.

La compañía pretendió ganarnos la partida a través de los medios de comunicación…

-Pero ustedes contraatacaron a nivel de la opinión pública…
-Sí, nos movilizamos y logramos la solidaridad de muchísimos movimientos sociales. También diputados de casi todos los partidos políticos visitaron el campamento que montamos durante meses y meses.

Pero fue sobre todo la gente la que jugó un papel fundamental. Percibió la justicia de nuestros reclamos y se dio cuenta que así como nos tocaba a nosotros en ese momento de crisis podía tocarles a ellos en otro.

La mayor conclusión que yo saco de esta experiencia es que lo que no tolera el capital es una plantilla organizada y sindicalizada. Nosotros reuníamos esas dos condiciones y habíamos negociado un muy buen convenio colectivo.

Siempre un trabajador
Saber de qué lado se está
A los empresarios les cuesta, además, admitir las derrotas y hacen cosas hasta ilógicas desde el punto de vista de sus intereses para marcar que no les han ganado la partida.

La última discriminación hacia mí fue que me designaran como jefe de ventas para las zonas rurales de la Comunidad de Madrid, cuando yo había trabajado siempre en la capital.

Tampoco tenía lógica que no montaran una nueva planta en la región central del país, si se parte de la base que el consumo más alto per cápita de Coca Cola en toda la Unión Europea está en Madrid.

Creo que hay un problema de ego en el funcionamiento de estos capitalistas: no nos podían perdonar a los trabajadores españoles que les hubiéramos montado la huelga que les montamos. Éramos un muy mal ejemplo.

-Muy pocas veces he escuchado, en mis muchos años de sindicalismo, que un jefe de ventas se meta tan de lleno en la lucha sindical.
-Lo he hecho durante toda mi vida, porque soy ante todo un trabajador y tengo conciencia de clase.