21
Julio
2017
Con Carlos Ortiz
ABInbev atenta contra la organización sindical
La transnacional aplica un pacto colectivo retrógrado
En Montevideo, Amalia Antúnez
Carlos Ortiz | Foto: Giorgio Trucchi
El presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Afines de Colombia (Sinaltrainbec) dialogó con La Rel sobre la fuerte reestructura que lleva adelante la compañía belga-brasileña AB Inbev desde que adquirió Sumiller (Bavaria) en octubre del año pasado.
Ortiz recordó que en febrero de este año la empresa emprendió una agresiva reestructura que inició con el personal administrativo.
“Obligaron a los trabajadores y trabajadoras a tomar una decisión basados en dos opciones: una carta de retiro incentivado, que es un despido encubierto por el cual les dan 95 días de indemnización por cada año de servicio, o permanecer en la empresa pero cobrando 50 por ciento menos de salario”, explicó Ortiz.
Según el dirigente muchos trabajadores aceptaron la propuesta de la compañía.
“Aunque el Sindicato realizó diversas denuncias ante organismos competentes la transnacional continúa con su política de recortes. Comenzaron con el sector administrativo, luego pasaron al departamento de ventas y ahora vienen por los operarios de la línea de producción”.
El dirigente apuntó que en el área de la operativa de la fábrica están la mayoría de los trabajadores sindicalizados.
“Una reestructura en ese sector hace que peligre la organización sindical”, advirtió.
A pesar de las demandas y denuncias penales la empresa está llevando adelante la figura del pacto colectivo, mediante la cual los trabajadores pueden acogerse a los beneficios pautados y dejar de aportar la cuota sindical.
Para que no exista pacto colectivo en una empresa donde hay sindicato, al menos el 30 por ciento de la plantilla tiene que estar afiliada. Este no es el caso del Sinaltraibec, que agrupa a poco más del 20 por ciento del personal.
“Lo que sucede en AB-Inbev de Colombia es que el pacto colectivo que tiene atenta contra el derecho de asociación sindical”, indicó.
Ortiz informó también que el sindicato ya presentó un nuevo pliego de peticiones que será negociado a fines de julio.
“Auguramos una negociación difícil. Contamos con la UITA para poder enfrentar lo que se nos viene”, concluyó.
“Obligaron a los trabajadores y trabajadoras a tomar una decisión basados en dos opciones: una carta de retiro incentivado, que es un despido encubierto por el cual les dan 95 días de indemnización por cada año de servicio, o permanecer en la empresa pero cobrando 50 por ciento menos de salario”, explicó Ortiz.
Según el dirigente muchos trabajadores aceptaron la propuesta de la compañía.
“Aunque el Sindicato realizó diversas denuncias ante organismos competentes la transnacional continúa con su política de recortes. Comenzaron con el sector administrativo, luego pasaron al departamento de ventas y ahora vienen por los operarios de la línea de producción”.
El dirigente apuntó que en el área de la operativa de la fábrica están la mayoría de los trabajadores sindicalizados.
“Una reestructura en ese sector hace que peligre la organización sindical”, advirtió.
A pesar de las demandas y denuncias penales la empresa está llevando adelante la figura del pacto colectivo, mediante la cual los trabajadores pueden acogerse a los beneficios pautados y dejar de aportar la cuota sindical.
Para que no exista pacto colectivo en una empresa donde hay sindicato, al menos el 30 por ciento de la plantilla tiene que estar afiliada. Este no es el caso del Sinaltraibec, que agrupa a poco más del 20 por ciento del personal.
“Lo que sucede en AB-Inbev de Colombia es que el pacto colectivo que tiene atenta contra el derecho de asociación sindical”, indicó.
Ortiz informó también que el sindicato ya presentó un nuevo pliego de peticiones que será negociado a fines de julio.
“Auguramos una negociación difícil. Contamos con la UITA para poder enfrentar lo que se nos viene”, concluyó.