La reciente aprobación de la llamada “ley mordaza”, que impide de hecho la protesta social infligiendo multas sumamente onerosas y hasta penas de prisión simplemente por participar en manifestaciones o incitar pacíficamente a la desobediencia civil son prueba del camino que ha tomado el gobierno.
Y también una reforma del Código Penal que considera apología del terrorismo actos no reconocidos como tales por las legislaciones de la mayoría de los países democráticos. La paradoja española
Hay en España actualmente casi 300 trabajadores traducidos ante la justicia. A algunos se los ha ya condenado, otros están en proceso.
A todos se los acusa de delitos similares a los que se nos imputa a Gonzalo Fuente y a Lolo Villalba.
Quieren criminalizar el derecho de huelga, nos están atacando para ahogar las protestas.