09
Diciembre
2015
Argentina DDHH MUJER Con Mónica Alejandra Cáceres y Patricia Corvalán
“Las mujeres deben soltarse, hablar y denunciar”
En Córdoba, Nelson Godoy
Bajo el lema “Discriminar es una forma de violencia” el 29 de noviembre se realizó en la ciudad de Córdoba el 14° Encuentro de Mujeres Trabajadoras del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA). La Rel conversó al respecto con Mónica Alejandra Cáceres, secretaria de Igualdad, Oportunidad y Género del STIA, y Patricia Corvalán, funcionaria de la Dirección de Violencia Familiar del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia.
-¿Cuáles fueron los temas en este encuentro?
MAC-Principalmente se abordó la conmemoración del Día de la No Violencia contra la Mujer.
Gente de la Dirección de Violencia Familiar de la provincia de Córdoba dio una charla muy importante, y contamos con la especial participación de Jaqueline Leite, directora ejecutiva del Centro Humanitario de Apoyo a la Mujer (CHAME), una compañera de Brasil que está abocada al tema de la trata de personas.
Participaron compañeras de todo Córdoba, unas 100, tanto de capital como del interior, todas ellas trabajadoras y en algunos casos delegadas de fábrica.
PC- Fue una cita muy importante. El STIA nos invitó como institución a celebrar este 25 Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer.
Una de las consignas nuestras como Dirección es “nada cambia si te quedas en silencio”. De eso se trata nuestra tarea: de poder acompañar a las compañeras.
Creemos que es fundamental que las mujeres cuenten con información, por ejemplo sobre las legislaciones.
La prevención tiene que ver fundamentalmente con estar informadas y con el desarrollo de campañas de sensibilización para desnaturalizar la violencia, cosa que hay que hacer desde temprana edad, con los niños, con los adolescentes.
Hay muchas conductas violentas que están totalmente naturalizadas, como el maltrato verbal, la violencia psicológica y a menudo la violencia física también.
MAC-Principalmente se abordó la conmemoración del Día de la No Violencia contra la Mujer.
Gente de la Dirección de Violencia Familiar de la provincia de Córdoba dio una charla muy importante, y contamos con la especial participación de Jaqueline Leite, directora ejecutiva del Centro Humanitario de Apoyo a la Mujer (CHAME), una compañera de Brasil que está abocada al tema de la trata de personas.
Participaron compañeras de todo Córdoba, unas 100, tanto de capital como del interior, todas ellas trabajadoras y en algunos casos delegadas de fábrica.
PC- Fue una cita muy importante. El STIA nos invitó como institución a celebrar este 25 Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer.
Una de las consignas nuestras como Dirección es “nada cambia si te quedas en silencio”. De eso se trata nuestra tarea: de poder acompañar a las compañeras.
Creemos que es fundamental que las mujeres cuenten con información, por ejemplo sobre las legislaciones.
La prevención tiene que ver fundamentalmente con estar informadas y con el desarrollo de campañas de sensibilización para desnaturalizar la violencia, cosa que hay que hacer desde temprana edad, con los niños, con los adolescentes.
Hay muchas conductas violentas que están totalmente naturalizadas, como el maltrato verbal, la violencia psicológica y a menudo la violencia física también.
Desnaturalizar la violencia
Un trabajo de base
-Se aprecia que esta problemática aberrante tiene hoy mayor visibilidad…
PC-Tal vez sí, lo que sí decimos es que hoy es posible hablar, que hay instituciones especializadas a las que se puede recurrir, y eso es positivo.
En Córdoba la ley de violencia familiar es de 2006, antes no existían estos mecanismos ni tampoco instituciones específicas. Creemos que hoy las mujeres pueden animarse a contar porque hay profesionales y lugares donde se puede plantear el tema. Es un camino que recién empieza.
-¿Cómo valoran estas actividades con los sindicatos?
PC-Nosotros venimos realizando actividades con grupos de trabajadoras. Este año se firmó un convenio entre el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Educación y la Dirección de Violencia Familiar para comenzar a cooperar con los gremios, lo cual es muy bueno.
-Sigue habiendo mucha discriminación hacia la mujer en el ámbito laboral…
MAC-Sí, y a veces se ve un poco de maltrato encubierto, de violencia, ya sea de parte de los mismos compañeros o de superiores.
Con estas charlas estamos tratando de que las mujeres se suelten un poco más y cuenten su problemática.
El Sindicato puede orientarlas para sean escuchadas y puedan sentir esa contención que tanto necesitan.
-¿Todavía falta más participación de la mujer?
PC- Sí, sucede que hay temores, hay amenazas, los hijos de las mujeres que atraviesan estas situaciones de violencia también se ven amenazados.
Lo importante es que las compañeras que han podido participar de esta jornada puedan acompañar a quienes hacen la denuncia. Hay que hacer un acompañamiento y una escucha libre de prejuicios.
PC-Tal vez sí, lo que sí decimos es que hoy es posible hablar, que hay instituciones especializadas a las que se puede recurrir, y eso es positivo.
En Córdoba la ley de violencia familiar es de 2006, antes no existían estos mecanismos ni tampoco instituciones específicas. Creemos que hoy las mujeres pueden animarse a contar porque hay profesionales y lugares donde se puede plantear el tema. Es un camino que recién empieza.
-¿Cómo valoran estas actividades con los sindicatos?
PC-Nosotros venimos realizando actividades con grupos de trabajadoras. Este año se firmó un convenio entre el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Educación y la Dirección de Violencia Familiar para comenzar a cooperar con los gremios, lo cual es muy bueno.
-Sigue habiendo mucha discriminación hacia la mujer en el ámbito laboral…
MAC-Sí, y a veces se ve un poco de maltrato encubierto, de violencia, ya sea de parte de los mismos compañeros o de superiores.
Con estas charlas estamos tratando de que las mujeres se suelten un poco más y cuenten su problemática.
El Sindicato puede orientarlas para sean escuchadas y puedan sentir esa contención que tanto necesitan.
-¿Todavía falta más participación de la mujer?
PC- Sí, sucede que hay temores, hay amenazas, los hijos de las mujeres que atraviesan estas situaciones de violencia también se ven amenazados.
Lo importante es que las compañeras que han podido participar de esta jornada puedan acompañar a quienes hacen la denuncia. Hay que hacer un acompañamiento y una escucha libre de prejuicios.
Fotos: Nelson Godoy